¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Coraline había salido de la casa de los Madrigal, aunque insistieron en que primero se cambiase de ropa para lavarla porque no podía andar con la ropa de siempre, le dieron una falda y camizon que le quedaban sueltos (a pesar de ser la ropa que usaba Luisa de pequeña) y había ido junto a Mirabel al taller de costura.
Aunque más que estar feliz porque le estaban por confeccionar ropa gratis para la peliazul esta experiencia era ya algo molesto para ella.
—¡Guau, niña estás hecha unos huesos!
—Ya sé, ¿cuantas veces piensa repetirlo?
La señora Ines, quien también vendía telas, estaba midiendo la talla y la forma del cuerpo de Coraline y no dejaba de soltar uno que otro comentario de su cuerpo junto a Mirabel.
—¿Qué edad dices que tienes?—dijo Ines usando su cinta para medir sus brazos
—Tengo 14.—dijo Coraline seria con monotonía
—¡¿Tienes 14?! ¡Yo y Camilo tenemos 15!—exclamó Mirabel con una sonrisa mientras media los pies de la peliazul
—¿Qué edad crees que tengo?—pregunta la peliazul doblando una ceja
—Pues-
—¿Segura que comes bien? Tengo dos hijos ya adultos y a tu edad no eran tan flacos.
—¿Pueden dejar de comentar sobre mi cuerpo? Me gusta como esta, gracias.—dijo Coraline ya harta de los comentarios
—Relajate Carolina, solo está bromeando contigo.—dijo Mirabel sin darle importancia
—Coraline.—corrigió
—Aunque si, una chica como tú mínimo tendría que tener al menos un poco de busto.—dijo Ines rodeando la cinta métrica desde su espalda hasta su pecho—No los encuentro.
—¡Oiga!—Coraline miro sonrojada y molesta—Deje de buscar, estan ahí.
—Pues diles que dejen de ocultarse.—dijo Ines que se reía de su reacción
Y así pasaban los minutos que se convirtieron en horas, Coraline se estaba acalambrando en el lugar mientras se encargaban de meter agujas por las telas para crear una base.
—¿Esto durará todo el día? ¿Cuánto tiempo estaré así?
—No te quejes niña, ya casi termino.—dijo Ines colocando un par de agujas más—Ahora si termine con la base ¿Terminaste de anotar Mirabel?
—Si doña Ines.—dijo Mirabel anotando lo último en su libreta
Al liberarse de las telas que la aprisionaban y la mantenían inmobil Coraline no pudo evitar soltar un suspiro de alivio, ahora sabía que en un futuro jamás sería modelo.
—Ahora todo lo que queda es hacer el toque final ¿Qué colores te gustan?—preguntó Ines acercándose a Coraline
