¡Hola! Realmente no sé cómo iniciar esto, así q voy a ser directo.
Wattpad lo tengo demasiado abandonado, parezco Quackity con tilín en el QSMP pipipipi
Así q, vengo a traer los escritos que he hecho en Twitter sobre mis padres más personales.
¡Hist...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En un pueblo de la antigua Grecia gobernaba el mayor profeta nunca antes visto, un señor testarudo y demandante, padre de tres hermosos hijos.
Auron, el hijo mayor, un chico esbelto, alto y demandante, él cuál siempre soñó con un esposo famoso, que le llene de cumplidos y halagos. Era vanidoso por naturaleza y caprichoso por exigencia.
Drako, el hijo de enmedio, un chico con virtudes y una cara bonita, mimado y materialista que deseaba un esposo que le llenará de joyas y cosas costosas dignas de alguien como él.
Juan, el hijo menor, un chico de pelo castaño, ojos ámbar y pecas en las mejillas que robaron el suspiro de muchas personas que le pretendían, pero aquel chico sólo deseaba una cosa, lo único que deseaba era a alguien que le amara de verdad, quería un amor que le enseñe lo que es amar y ser amado.
Si bien todos los hijos eran hermosos y tenían sus virtudes, Juan sin duda era el más hermoso, atrayendo los ojos de todos, lo que despertaba la envidia en sus hermanos.
Personas de pueblos lejanos recorrían largos senderos solamente para deleitarse con el famoso príncipe, Juan llegó a ser adorado como una verdadera divinidad.
Los tributos que antes se le daban a Rubí, mejor conocida como "Afrodita", la diosa de la belleza, pasaron a estar destinados al joven y bello príncipe de pecas.
Y era algo evidente de ver, ofendido y agobiado por la ira, la diosa de la belleza se sentía impotente.
¿Cómo era posible que un simple mortal fuera más adorado que él?
—Querido hijo — llamó a su descendencia en busca de venganza.
Spreen, hijo de Vegetta y Rubí, o mejor conocido por su nombre romano, "Cupido".
Es el dios del amor, un perfecto arquero, chico noble, fiel y de buen corazón, se le representa como un joven de gran belleza, con sus arcos y sus flechas de dos tipos.
Flechas doradas, para impartir amor y deseo. Y flechas de plomo, para infundir odio y desprecio.
Nadie, mortal o dios, se podía salvar de ser flechado por Spreen.
—¿Sí, padre?
—Cualquier persona que piense que está al mismo nivel que los dioses merece ser castigado. Tú con tus flechas de plomo vais a hacer que el chico se enamore de una bestia horrible, atroz y despiadada. — ordenó, quería que el chico dejara de robar su protagonismo, Rubius era y será siempre el más bello del Olimpo.
El chico no entendía el comportamiento de su progenitor, pero tampoco se lo iba a cuestionar —Si es lo que querés, yo lo haré.
˖ ࣪ ‹ 𖥔 ࣪࣪ ˖ ‹
Al caer la noche, el dios fue directo al palacio real del pueblo, entró en silencio al cuarto del chico para cumplir su misión.
Juan estaba durmiendo en su cama, Spreen endulzado por la curiosidad se acercó al príncipe para ver si era tan hermoso como la gente decía.