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—Puede ser la última vez que los veas...

Suspiré.

—Como dije jefe, no los conozco. —dije retornando la foto de los niños— los hijos de Eri fueron un error mío, si quiere eliminarlos iré yo misma.
—¿Por quién me tomas Megu-chan? No daño niños, pero pueden serme útiles si tienen habilidades, después de todo son tus parientes.
—No tengo reporte de eso.
—¿Crees que Fukuzawa te dejaría saberlo?

No, claro que no.

(...)

Hace cuatro años

—¡Jefe toda la información de los nombres de los políticos y policías se está filtrando!
—Dicen que fue una persona de nuestro bando.
—¡El último mensaje en la página dice que filtrará más información si no damos respuesta!
—Encuentren a esa persona y tráiganla.—dijo el jefe.

Muchas cosas habían pasado desde que Dazai se fue pero a él no le convenía hacer esto, no era si quiera una opción menos por el hecho que era claro que el soplón quería un reembolso económico por la difusión de la información. Alguien que esté tan cerca para liberar tal información...

—Megumu—la voz de Chuuya me irritó— eres tú. La soplona.
—¿De qué hablas? —me lanzó unas hojas en donde estaban impresos los detalles de la fuga en la que la Port Mafia ayudó, especialmente mi equipo.— Esto...
—Solo tú sabías eso, nadie más que tú. El resto fue silenciado. —activó su habilidad.— El jefe debe haberse dado cuenta ya, terminaré con tu vida miserable como siempre has querido.
—Iré a hablar con el jefe, no te metas en esto.

Chuuya hizo una mueca de molestia y me lanzó a un lado cuando pasé, me levanto por el aire con su habilidad y presionó fuerte mi cuerpo, pero sonreí con dolor y congelé sus pulmones mientras se tocaba el pecho y arrodillaba. Finalmente, desistió y yo también.

—No fui yo, idiota. —dije tosiendo— No directamente. Hablaré con el jefe.

Me encamine hacia la oficina principal, lo comprendí  cuando leí esa palabra, esa simple palabra me había abierto los ojos. Pero no soy idiota, al menos no lo suficiente para negarme a ver lo que está en mi en frente.

—Sé quien lo hizo.
—¿Quién? —dijo el jefe
—Fui yo —dije— no directamente, pero fue mi culpa.
—¿Eri?
—Iré a callarla.
—Amenazarla no servirá, su esposo es un policía de bajo rango, hace esto por dinero y tiene dos hijos. —el jefe sonrió con malicia— es el perfecto ejemplo para los que nos quieren apuñalar que no perdonamos a nadie. ¿Entiendes?

Un castigo ejemplar solo se paga con sangre, eso significa que alguien debe morir y no solo la persona culpable sino todos por igual. Inclusive sus hijos.

—¿Me ordena matar a mi hermana?
—No estoy ordenando nada mi querida Megumu-chan, estoy dándote una lección. Después de todo tú misma tienes una venganza que completar.

(...)

—Jefe—lo miré fijamente— probablemente esos niños hayan crecido mimados no están preparados para la vida en la Port Mafia pero si es su orden yo los convertiré en excelentes elementos para la organización.
—¿Con qué condición? —dijo cruzando sus dedos y sonriendo
—Que no les diga que tenemos alguna relación de sangre. No me sorprendería si uno de ellos intentara matarme por el pasado y la verdad no quiero lidear con mas problemas de los que ya pasan por mi mente.
—Claro. —se giró en su silla— Tráelos y úsalos como peones para nuestro beneficio.

My way OUT // DazaixocxChuuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora