.:｡♡ﾟ| Después de cinco años de matrimonio, Minjeong comienza a ser víctima de violencia doméstica por parte de su marido, quien la acusa de ser incapaz de darle descendencia. En medio del caos y la tristeza conoce a Karina quien se vuelve muy espec...
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El beso entre Minjeong y Karina cada vez aumentaba más la temperatura, ambas estaban seguras de lo que estaban haciendo pero no encontraban la manera de dar el siguiente paso, Minjeong no sabía como y la mayor tenía miedo de arruinarlo todo, quería que su Jeonggie se sintiera en confianza, cómoda y tranquila, que se diera cuenta de que podía experimentarlo todo sin temor a que ella le hiciera daño.
Sin embargo ella ya se estaba tardando solamente hacía pequeños frotes sobre el regazo de Karina y su miembro semierecto comenzaba a necesitar más atención que eso.
Pero se iba a aguantar, a pesar del dolor que comenzaba a sentir al tenerlo atrapado en sus jeans no iba a ir más rápido, esperaría a Minjeong todo el tiempo que fuese necesario aún si aquello era doloroso.
Entonces Karina agradeció a todas las deidades existentes y por existir cuando Minjeong quitó su cinturón al mismo tiempo que le abría los pantalones, no pudo evitar soltar un suspiro de satisfacción al dejar de sentirse tan apretada gracias a eso y nuevamente un jadeo salió de sus labios cuando acarició su bulto por encima de sus bóxers.
Pero todo se volvió confuso al ver a la coreana levantarse de su regazo.
Y cuando la menor quitó sus short, entendió que esto estaba pasando al siguiente nivel.
Minjeong terminó de deshacerse de los pantalones de Karina dejándola únicamente con sus bóxers y regresó una vez más a su regazo comenzando a frotarse con mayor intensidad sobre ella. La mayor podía sentir como la intimidad de Minjeong se mojaba más a cada segundo y eso la estaba volviendo loca, de tan humeda que estaba casi podía sentir su piel directamente.
Entonces Minjeong quiso besarla nuevamente.
Pero Karina la detuvo.
—¿Estás segura de esto?— La mayor preguntó mirando a los ojos de la castaña, la cual asintió sin dudarlo.
Ahora Yoo Karina tenía el permiso que necesitaba.
Así que con cuidado volveó a la menor, dejándola acostada sobre el sofá, quedando su propio cuerpo entre las piernas de la coreana y besó sus labios nuevamente, dejó un pequeño besito en la ruptura de su labio y comenzó a besar todas y cada una de las heridas en el rostro de la menor.
Bajó un poco más su rostro dejándolo en el cuello de la menor e hizo lo mismo, besar cada una de las marcas de violencia que tenía como si aquello pudiese borrarlas y regresarle a la Minjeong sin heridas que vió ayer por última vez.
Minjeong jadeaba levemente con cada beso que Karina dejaba en su cuello y eso solamente excitaba más a la mayor la cual tomándo los bordes de las bragas de la menor, comenzó a retirarlas encontrando aquel húmedo paraíso en el que tanto deseaba estar, por lo que de inmediato se deshizo de sus propios bóxers y comenzó a acariciar la intimidad de Minjeong con su miembro, se tomó tiempo para presionarlo contra su clítoris arrancándole un gemido a la menor que la hizo avergonzarse y cubrirse la boca, nunca le había pasado algo así por lo que le creía que aquello podía ser algo molesto para la mayor, sin embargo esta alejó sus manos de su boca suavemente y sonrió cuando Minjeong volvió a gemir al sentir su clítoris siendo presionado de nuevo.
