𝟸𝟺

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El pene de Karina estaba erecto, era muy placentero sentir la mano de Minjeong masturbarla, se sentía tan bien después de tanto, que estaba segura de que no podría aguantar mucho tiempo si Minjeong continuaba acariándola de esa manera

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El pene de Karina estaba erecto, era muy placentero sentir la mano de Minjeong masturbarla, se sentía tan bien después de tanto, que estaba segura de que no podría aguantar mucho tiempo si Minjeong continuaba acariándola de esa manera.

Se sentía cerca del orgasmo, después de algunos minutos de matener ese ritmo suave, sentía que estaba por venirse, pero sabía que Minjeong estaba jugando con ella, alternaba la velocidad de su mano haciendo que el orgasmo de Karina tardara más en llegar y Karina sabía porqué la menor hacía eso, ella quería provocarla y realmente estaba funcionando. Tanto que Karina sintió la necesidad de estar dentro de Minjeong nuevamente, comenzó a imaginar lo cálido y apretado que se sentiría follarla, sin duda iba a disfrutarlo.

Una vez más sintió la velocidad de la mano de Minjeong aumentar, definitivamente su orgasmo estaba a punto de estallar.

Tenía las manos pegadas a la cama y la cabeza hacia atrás mientras permanecía con los ojos cerrados disfrutando del tacto de la menor en su miembro.

Ese sentimiento de atracción le gustaba y seguía queriéndolo sin saberlo, era tan caliente, Minjeong lo hacía tan bien que Karina quería llevarla al final y hacerla gritar toda la noche.

Sin poder retener más su orgasmo, Karina dejó salir todos sus fluidos espesos y calientes en la mano de Minjeong. Fué un desastre para la menor intentar recolectar la muestra de espermas por la que inició todo, sin embargo, con esfuerzo lo consiguió.

Así que tomó la tapa del frasquito y lo cerró para dejarlo sobre la mesita de noche y apagar la luz sin esperar a que Karina la tomara de las mejillas y plantara un beso desesperado en sus labios, Minjeong sonrió, al parecer lo había conseguido.

El beso que ambas compartían era bastante necesitado, pero a pesar del calor del momento, Karina sabía que debía ser cuidadosa con su... Bueno, Minjeong no era su novia y hacían demasiado para ser simples amigas, no sabía como llamarle así que solo la llamaría su Minjeong, sí, ella debía ser cuidadosa con su Minjeong y con su bebé.

Así que la ayudó a acostarse de forma cómoda en la cama y se posicionó entre sus piernas frotando su miembro por encima del pantalón de pijama de Minjeong arrancándole un pequeño gemido, continuó frotándose de esa manera, ella también iba a jugar como Minjeong lo había hecho primero.

Era tan delicioso para la menor sentir el frote de ese duro miembro entre sus piernas, la quería dentro, lo necesitaba, porque llevaba días anhelando que eso sucediera, sentía su centro palpitar necesitado ante las caricias de Karina y sus bragas se mojaban más a cada segundo que pasaba.

No podía aguantarlo más, Karina solamente se frotaba por sobre su ropa y eso no era suficiente.

Así que decidió protestar.

—Ya no juegues— Jadeó la menor.

Karina solamente sonrió deteniendo sus movimientos.

Minjeong iba a protestar de nuevo, no sabía porqué Karina se detenía, sin embargo, entendió lo que pasaba cuando sintió sus pantalones de pijama ser retirados junto a sus bragas y posteriormente a Karina volver a frotarse contra ella.

Era tan rico sentir sus pliegues ser separados con el duro miembro de Karina, era delicioso como la mayor tentaba su entrada y presionaba su clítoris, tan fascinante sentir como finalmente Karina se hundía en ella y la hacía delirar con sus suaves embestidas.

Realmente lo necesitaba.

Karina era increíble, sabía complacerla muy bien.

Sus embestidas eran suaves, pero firmes, era demasiado exitante sentir a la mayor hundirse en ella.

Karina se deshizo del resto de ropa de ambas y suavemente jugó con los pechos de la contraria, estaban más rellenitos a causa del embarazo y sus pezones erectos por la exitación.

El orgasmo de la coreana estaba cerca y eso podría convertirse en su nueva adicción, la forma tan fácil en la que Karina la llevaba a esos extremos la volvía loca, la mayor era realmente muy buena, definitivamente sabía lo que hacía cuando comenzó a moverse de forma circular hasta tocar el punto más sensible de Minjeong y hacerla venir sin previo aviso.

Karina no pudo evitar fue correrse junto a Minjeong mezclando sus fluidos con los suyos mientras la seguía embistiendo para ayudar a ambas a manejar el orgasmo que experimentaban, ese delicioso orgasmo que le arrancó un profundo grito a la más joven.

Minjeong estaba satisfecha, había deseado tanto este momento hasta que finalmente pudo conseguir que la mayor se lo diera.

Esto apenas iniciaba, Karina había caído y Minjeong sabía que lo seguiría haciendo.

Se sentía bien a su lado, era cálido y cómodo dormir con ella de esa manera, así que tomando las sábanas Karina cubrió a ambas para finalmente ceder al sueño al lado de su Minjeong.

Y tal como Minjeong lo quería, Karina se encargó de complacerla a lo largo de varios días y semanas que posteriormente se convirtieron en meses, en los cuales, necesitó ser aún más cuidadosa con el embarazo de ambas para asegurarse de que todo fluyera de forma correcta, ella debía cuidar a su bebé, era su responsabilidad.

Sin embargo no todo era color de rosas, ya que aunque entre ellas las cosas estaban yendo bien, Taehyun por su parte continuaba poniendo nuevas excusas para no firmar, Karina sabía que pronto perdería la paciencia, porque ese hombre estaba jugando con fuego al estarse negando a dar su firma aún después de varios meses, ella realmente quería ir en persona y obligarlo a firmar aquella acta que tanto necesitaba para al fin casarse con Minjeong. Porque Karina no compartía, ella quería a Kim Minjeong solo para ella, era su Minjeong y llevaba a su bebé en el vientre, odiaba saber que ella seguía legalmente casada con un hombre que no la merecía.

Sin embargo, Minjeong insistió en darle un poco más de tiempo, ella afirmaba que Taehyun firmaría, solamente era cuestión de esperar, pero Karina no quería esperar, ella no soportaba ni siquiera escuchar el nombre de ese tipo, pero Kang realmente tenía suerte de que Minjeong le hubiese dado más tiempo, porque si por Karina fuese, ese hombre ya estaría en la cárcel, justo donde se merecía pasar el resto de sus días.

Sin embargo, Minjeong insistió en darle un poco más de tiempo, ella afirmaba que Taehyun firmaría, solamente era cuestión de esperar, pero Karina no quería esperar, ella no soportaba ni siquiera escuchar el nombre de ese tipo, pero Kang realmente ...

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ᴇsᴛᴇ́ʀɪʟ| ᴡɪɴʀɪɴᴀ ɢ!ᴘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora