𝟷𝟸

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Karina se encontraba en casa, pensando seriamente en todo lo que había hecho, ella se había metido con una mujer casada, había intervenido en un matrimonio, pero no era cualquier matrimonio, era el matrimonio de la chica que amaba la cual era víctima de violencia doméstica, ella no había hecho nada malo, todo fue con consentimiento, le había dado el privilegio de nuevas experiencias a su amada y no se arrepentía en lo absoluto.

Sin embargo no era eso lo que la mantenía tan preocupada.

El verdadero problema era que ella quería a Minjeong para ella sola, quería llevarsela lejos de ese hombre que solo le hacía daño, pero sabía que eso era algo casi imposible, porque la menor seguía cegada, aún después de todo ella había defendido a su esposo la última vez que discutieron sobre él.

"¡Oye! Es solo que él está más enfocado en tener un hijo"  Karina aún recordaba con claridad la forma en la que Minjeong insistía en defender a su esposo.

Pero prefirió recordar otra cosa, prefirio recordar la forma en la que tuvo a Minjeong esa misma mañana, después de que ella le hubiese pedido un orgasmo más, terminó dándole más que eso.

—Quiero otro, solo uno más— La menor pidió algo emocionada y Karina soltó una pequeña risita.

Comenzó a descender por el cuerpo de Minjeong para levantar una de sus piernas y ponerla sobre su hombro.

Y sin más dió la primera lamida a la intimidad de Minjeong sintiendo el sabor de la menor mezclado con sus propios fluidos, ella estaba siendo ruidosa, pero eso a la peli negra no le molestaba en lo absoluto, al contrario, le gustaba y la incitaba a dar su mayor esfuerzo por complacerla, con su nariz acarició su clítoris brindándole más placer a la menor y sonrió al escuchar más gemidos salir de la boca contraria.

Minjeong realmente lo estaba disfrutando, la manera en la que Karina movía su lengua en su intimidad era algo delirante y sin duda lo fue aún más cuando esta decidió meter su lengua dentro de ella, nunca había experimentado algo como eso, era fascinante que simplemente no pudo aguantar antes de correrse en el rostro de Karina.

Minjeong se sintió tan avergonzada al notar la cantidad de fluidos que salían de ella, eso no parecía ser un orgasmo, pero sin duda lo había disfrutado tanto o incluso más que uno, pero aún así quería que la tierra se la tragase y la escupiera en otro lado donde no estuviera Karina, porque ella no tenía idea de lo que acababa de pasar con su cuerpo, ¿Acaso a Yoo no le asqueaba aquello que había ocurrido?

—Yo... Lo siento, no se que me pasó.

—Tuviste un squirt— Karina respondió con una sonrisa levantándose del piso una vez bajó la pierna de Minjeong.

—¿Que yo qué?

Karina sonrió.

—Llegaste al punto más alto de un orgasmo— aclaró acercándose para besarla de nuevo.

ᴇsᴛᴇ́ʀɪʟ| ᴡɪɴʀɪɴᴀ ɢ!ᴘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora