Capítulo 3

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En la cafetería todo estaba normal, Gulf se estaba haciendo cargo de la caja porque un miembro del personal se habia enfermado y no asistió al trabajo, cosa que no le molestaba y lo hacía con una sonrisa en sus labios, sobre todo porque desde hace media hora estaba sintiendo algo cálido en su corazón que lo hacía estar feliz, era como si una presencia lo estuviera cuidando, cosa que le hacía sonreír todo el tiempo, por lo cual, cuando vio a su primo cruzando las puertas de las cafetería, salió rápidamente a saludarlo.

—¡Fluke!, no pensé verte hoy, ¿no me digas que quieres que te acompañe a alguna parte?

—Si tengo que ir a un lugar hoy, pero no es necesario que vayas conmigo, puedo hacerme cargo yo mismo, vine porque se me antojo un café y una porción de pastel de coco—. Sonrió indicándole que todo estaba bien, así que camino a su mesa de siempre, mientras Gulf se apresuraba a conseguir lo que su primo quería, momento que aprovecho Kao para sentarse en la silla de enfrente.

—El admirador aún no ha llegado—, hablo el fantasma al ver como el rubio analizaba a las personas a su alrededor —Pero no tarda en llegar, siempre lo hace.

—Aquí está tu café y pastel Fluke—. Regreso Gulf con lo pedido por su primo, estaba feliz de tenerlo allí ese día.

—Gracias, ¿me acompañas? —. Lo invito a sentarse con él.

—¡Me encantaría!, pero Alisa no vino hoy, se reportó enferma, así que estoy cubriendo la caja.

—Ya te he dicho que, en estos casos puede llamar un empleado temporal para que trabaje por el día.

—Lo sé, pero me gusta ocuparme de las cosas por mí mismo—, respondió Gulf con una sonrisa dirigiéndose de nuevo hacer sus labores.

Fluke solo se quedó sentando en aquella mesa, degustando lo que su primo habia llevado mientras el fantasma de Kao le hacia compañía, desde que llego habia estado muy callado, solo sentado mirando todo a su alrededor, un poco apático, tal como era cuando vivía y se lo cruzo en algunas ocasiones, la verdad es que solo estaba allí por mera curiosidad, quería ver con sus propios ojos al tal Glenn Yong y juzgarlo el mismo, no hizo falta que Kao le dijera quien era, pues después de estar casi una hora en el café sintió como un escalofrió cruzaba su espalda y Kao entro en modo alerta.

Por la puerta de aquella cafetería, estaba entrando el susodicho en persona, camino por el local como solo un cliente frecuente lo haría y se sentó en una de las mesas que estaba al fondo, una que le daba una buena vista de aquel sujeto, el cual estaba envuelto de un aura misteriosa y por supuesto una sombra oscura acechándolo, aquella cosa tenia forma de una silueta humana sin mostrar sus características, pero de algo si estaba seguro, esa cosa no era un fantasma, todos los que habia conocido a lo largo de su vida siempre conservaban el aspecto que tuvieron en vida, eso que estaba al frente de sus ojos emanaba una energía maligna como la que jamás habia enfrentado y eso que habia estado en contacto con mucho objetos malignos en su trabajo.

—¿Ahora entiendes lo que te dije? —, hablo Kao desde su posición mientras ambos veían como Gulf se acercaba para atender personalmente a su cliente.

La sonrisa que tenía en sus labios su primo, le indicaba que habia encontrado su nueva obsesión, estaba viendo los primeros signos del enamoramiento que siempre tenía cuando conocía a alguien nuevo, suspiro y se tocó la frente, era momento de retirarse de aquel lugar, ya sabía lo que quería.

—Vigílalo—, susurro solo para el fantasma que lo acompañaba.

—Lo hare, mañana temprano te daré mi informe—. Saludo como un soldado Kao, viendo como Fluke avanzaba hacia la caja, en donde ya estaba Gulf nuevamente.

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