XI

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Era una mañana un poco soleada el cielo era completamente azul sin ninguna nube, el viento emitía una brisa muy suave, y los pájaros en los árboles qué silbaban causando una melodia qué ambientaba el lugar, Rodrigo estaba sentado en su cama con una laptop en sus piernas, estaba buscando cosas en YouTube hasta que oyó un sonido de llaves qué abrían la puerta, lo que se le hizo obvio, ya había llegado su amigo. El estaba enojado con este y aun no sabia la razón, bueno tal vez si pero no quería admitirlo, tenía miedo de que si lo admitía ya nada volvería a ser como antes y eso era lo que menos quería.

Iván paso por la puerta y miro de reojo a su amigo, Rodrigo lo ignoro y siguió con lo suyo el pelinegro se confundió por la reacción de su amigo al ver que el llego, ayer solo estuvo en la casa de una amiga, no hicieron nada y aparte ¿Por que le debía de importar? Esa pregunta le hizo cambiar su expresión de confusión a un completamente fría, ignorando a su amigo y pasando de largo sin saludar para ir a la cocina.

Paso un rato y Iván hizo comida ya que no había comido en todo el día, el pelinegro también le hizo el desayuno a su amigo, puede que le fastidiara qué Rodrigo fuera tan egoísta, pero aún así el era un bueno amigo; cuando se lo entrego el ojiverde lo miro mal y esto hizo qué Iván frunciera el ceño.

-¿Qué mierda te pasa hoy pelotudo?- Dijo para después voltear e ir a recoger su desayuno de la cocina.

-Cállate fracasado -Exclamó el más bajo con tono de enfado.

Iván estaba confundido porque no sabía por que su amigo estaba así, si en algún momento lo trato mal, en tal caso le diria perdón, pero no lo trato mal ni le dijo nada que pudiera hacerlo enojar, aparte solo se quedo en la casa de una amiga y ni siquiera llegaron a hacer algo ¿Por que su amigo se enojo por eso? Le pareció raro a el más alto pero mejor no le daba demasiada bola, después se le pasaría.

Así que el pelinegro se baño y alistó para prender directo, ya eran las cinco y media de la tarde, así que decidió empezar stream, su amigo seguía viendo cosas en su laptop mientras Iván hablaba de temas alateorios y jugaba diferentes juegos, Rodrigo estaba demasiado aburrido ya no sabia que hacer, y estar enojado con su amigo le era difícil ya que era el único entretenimiento qué tenía, pero de seguro se iría. Pasaron cuatro horas desde que Iván había prendido directo y decidió terminarlo, Rodrigo ya cansado se decidió acercar a Iván para pedirle perdón pero el más alto se paro con el celular en la mano y no lo vio haciendo que se choquen, Rodrigo lo miro mal y su amigo aun seguía siendo frío.

-Iván, te perdono ¿Querés salir a tomar algo?

-Perdón, voy con mi amiga hoy decidimos ir al cine.

El ojiverde se le quedó mirando para luego arquear las cejas, hoy también iban a salir y le parecía demasiado injusto que no pudieran salir ellos dos por una chica que de seguro se quiere chamuyar a su amigo.

-¿Como qué hoy tambien? y tras de eso al cine, ya parecen citas-Exclamó el más bajo volteando la mirada.

-Y si lo fueran no te debería de importar- Dijo su amigo, Rodrigo sintió una presión en su pecho qué lo hizo sentir horrible.

-¡Yo quería salir con vos, pero siempre estás con esa piba, al menos algún día podrías salir con tu amigo! - Alegó el ojiverde.

-¿Qué no puedo? ¡Rodrigo solo es mi amiga! y si en un futuro fuera mi novia o alguna otra chica lo fuera ¡no te debería de importar!

El de ojos verdes se quedo en silencio, no quería admitir que podria pasar y el se sentiría demasiado mal, por que las cosas no eran tan fáciles ¿Por que no podría ser como confesarse a una chica? Esto era demasiado diferente, no podía simplemente hacerlo porque sentía miedo de que si lo hacía se podrían alejar, no queria admitir lo que sentía porqué si lo hacía se sentiría aun más triste, quería demasiado a su amigo pero en algún momento se alejarían poco a poco, no todo dura para siempre.

De un momento a otro Rodrigo sintió sus ojos lagrimar, mientras sentía un nudo en la garganta qué le impedía hablar, cerraba los puños para intentar no llorar, no quería llorar al frente de Iván.

-¿Rodrigo? ¿Estas bien? - Pregunto el pelinegro preocupado.

-Estoy bien amigo, solo ve con ella mejor me voy con Tomás. Pasalo bien - Expreso su amigo con la voz quebrada mientras pasaba de largo y se iba.

Rodrigo toco la puerta de la casa de su amigo robleis dos veces hasta que finalmente abrió, Tomás se encontró con su amigo con lágrimas en los ojos y empapado de la lluvia qué había caido, eso era lo menos que le importaba, el estaba repitiendo las palabras de su amigo en la cabeza mientras le salían más lagrimas no lo podia controlar, el casi nunca lloraba y cuando lo hacía no paraba hasta llenar el mar de Bolivia, tenía muchos celos por esa chica, y en ese momento estaba deseando ser una chica para que Iván se fijará en el, le daba miedo perder una amistad de tanto tiempo y también le daba miedo estar enamorado, era el sentimiento más raro que había experimentado.

Tomás se le quedó viendo para después dejarlo pasar, se estaba preguntando ¿Por que su amigo estaba en su casa? y lo peor ¿Por qué estaba llorando? Su amigo robleis estaba demasiado confundido y no sabía que hacer, aparte ni siquiera se imaginaba la razón de porque estaba llorando. Su amigo sollozaba cabizbajo.

-¿Qué mierda te paso?

-Rob ¿Podría quedarme en tu casa? -Pregunto con la voz quebrada.

-Claro, pero decime que te paso.

Rodrigo se quedo en silencio y empezaron a caer más lagrimas al suelo, estaba muy mojado gracias a la lluvia y tenía demasiado frío, no le daba importancia por estar pensado en lo que en un futuro pasaría, como Iván se iría de su lado, el tendría que mudarse por que ahora tiene novia, y dejarían de hablarse tanto como lo hacían antes. Su amigo Robleis se quedo esperando su respuesta con curiosidad pero nunca llego.

-Bueno si no me querés decir, bien- Expreso Tomás mientras se volteaba para irse a su cuarto.

-Tomás ¿Tenés whisky?

-Eh, si ¿Querés?

Ahí fue donde Rodrigo levanto su cabeza para ver a su amigo con felicidad, robleis se sintió bien por hacerlo sonreir pero después se iba a arrepentir de hacer eso.

Dos horas después Rodrigo estaba borracho por haberse tomado media botella de whisky y una cerveza, su amigo estaba sentado viéndolo serio, ahora se estaba arrepentido de sus acciones. Lo único que Tomás escuchaba eran gritos y quejidos diciendo que todos en el mundo son horribles y que desearía ser una chica y que odia a los hombres.

En ese momento su amigo estaba pensando dos cosas: uno su amigo se volvería travesti, dos estaba drogado las dos le daban igual, pero igual estaba preocupado.

-Deja de quejarte puto de mierda, son las doce de la madrugada down.

-Iván es un hijo de mil puta, lo odio, y aparte la plástica esa- Paro para limpiarse las lagrimas -Se lo quiere chamuyar.

Tomás se quedo sorprendido y después cambio a una sonrisa maliciosa, le había gustado tener la razón y se lo iba a decir.

-No qué "No me gusta Iván solo lo veo como un amigo" ¿Ya se te olvido?

-Cállate fracasado- Expreso el ojiverde para después sentarse de nuevo en el sillón. Tenía muchas cosas en mente y estaba demasiado mareado, ya no distinguía si todavía seguía llorando.

-¿Por qué no vas y te le declaras a tu chikibaby para que después no te arrepientas de no hacerlo? - Propuso Tomás con una sonrisa de medio lado.

Rodrigo lo vio serio, para después bajar la cabeza y pensar, tal vez no se le haría tan difícil aceptar que lo rechazo mientras esta borracho, mejor se le declara en este estado para que no duela tanto.

-Bien, lo haré - Con un suspiro y mucho valor se dirigio a la puerta, quería ver que pasaría en un futuro. Tal vez no lo aceptaría y le dejaría de hablar pero era la única oportunidad que tenía.

𝗖𝗿𝗲𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝗮𝗺𝗼 (ʀᴏᴅʀɪᴠᴀɴ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora