XVIII

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Al llegar a la casa de su amigo, tocó la puerta esperando a que le abriera estaba muy nervioso, sobrepensaba demasiado ¿que tal si de verdad Iván sentía eso por ella? que pasaría si aún lo siente, ¿y si todo lo que dijo ese día era falso y solo fue lastima? No, no podría ser, no, Iván no era así, no quería imaginar escenarios malos pero su cabeza los hacía y los repetía, siempre le jugaba malas pasadas.

Al notar como abren la puerta tensa la mandíbula y aprieta sus puños, sentía una presión en su pecho cosa que lo hacía respirar con fuerza, no sabía que le pasaba, pero tenía miedo.

luego de terminar de abrir la puerta el alto lo ve confuso, no esperaba una visita tan inesperada.

-Hola- saludo y le hizo una seña para que entrará a la casa, Rodrigo saludo moviendo la mano y entro.

Ninguno de los dos decía algo, solo el ojiverde lo miraba a los ojos el alto soltó una risa nerviosa, no entendía porque lo veía tan fijamente, sentía un poco de miedo, ayer actuaba de otra manera y ahora lo estaba mirando de forma amenazante, conocía mucho a su amigo para darse cuenta de que le pasaba algo.

-¿Rod? ¿Pasa algo? -pregunto- ¿por que me vez de esa manera..?-

-Iván, que paso ayer.

Ahora era el pelinegro el que estaba en silencio, no decía nada y su expresión cambió a una seria, desvío su mirada hacia otro lado y se rasco la nuca nervioso, volvió a verlo y quito su mano del lugar.

- No importa, ya lo olvide - mostró una sonrisa fingida muy evidente.

-Dime la verdad Iván - lo veía con molestia, quería que el fuera honesto, no quería que mintiera, el era su amigo, debería decirle la verdad.

-Bien, solo- se quedo en silencio un momento - solo, le dije, le dije que - movía sus manos nervioso intentando explicarse - le dije que me enamore de ti y... -iba a decir otra cosa pero de repente se quedo completamente callado -Eso si no lo puedo decir, Rod.

Con desconfianza el castaño lo veía, aceptando lo que dijo su amigo, suspiro tranquilo, para después abrazarlo sin previo aviso, este lo envolvío en un abrazo cálido qué expresaba lo que sentía en ese momento, quería demasiado a Iván, lo amaba demasiado, no quería perderlo le dolería demasiado.

Rodrigo recordó las palabras que había dicho aquel día, sus palabras se repitieron en su cabeza, recordo haber dicho que tenía miedo de que podría pasar si se hacían novios, el sabía que estaba asustado por la reacción de las demás personas, pero, quería estar con el, de verdad lo quería, quería pasar tiempo en pareja y no solo simplemente amigos, tenía miedo de que llegara alguien más que enamorara a Iván, no quería que pasara.

-Rodrigo...- susurro el alto sin separarse del abrazo, le gustaba demasiado abrazar a aquel chico de ojos verdes, ¿por que era tan lindo? Le encantaba verlo de esa forma, quería mantenerse alejado para lograr verlo como un amigo, pero Rodrigo no lo ayudaba, lo volvía loco.

Los dos se abrazaban con fuerza, Rodrigo intentaba luchar con las ganas que tenían de besarlo mientras el alto solo lo abrazaba sin darse cuenta de los latidos rápidos de el ojiverde, solamente respiraba en el pecho del alto sin mirarlo, no quería que sus sentimientos lo dejaran perder el control, así que se alejo mirando hacia otro lado no tenía tantas ganas de verlo a la cara, tal vez si lo hacía cometeria un error del que se pudiera arrepentir demasiado, no decía alguna palabra y el otro chico pelinegro lo veía con atención, esperaba algún comentario de parte del más bajo pero no decía absolutamente nada.

-¿Rodrigo?- Expreso en un susurro confundido por el gran silencio que había vuelto a crear el castaño.

-¿Qué hiciste para que ella te golpeara? - Pregunto sin verlo a los ojos.

-Rodrigo, no se tomó tan bien que la persona de la que se habia enamorado le gustara un hombre- el más bajo lo volvió a ver, se notaba que el pelinegro había llorado mucho, ¿era por culpa de él que estuviera así? Iván debería haberse enamorado de alguien mejor que un chico como el, ¿por qué Iván se enamoro de alguien como el?

-Perdón- soltó mirando al suelo.

El pelinegro se acerco al castaño tomándolo de la mandíbula se encorvo para quedar a su estatura mientras lo veía directamente a los ojos, el otro chico se sorprendió por la repentina acción de Iván, aunque no le había molestado tanto.

-no pidas perdón Rodrigo, no es tu culpa, algunas personas reaccionan así, no te eches la culpa -soltó la mandíbula del chico aun mirándolo a los ojos, el bajo sentía su corazón latir con rapidez, ¿por que Iván era así? nunca se imaginaba que en un futuro podría ponerse nervioso por un hombre, Iván lo había cambiado mucho.

-¿te gustaría salir?- el alto se quedo en silencio al ver que Rodrigo evitó el tema y mostró una risa incrédula, pero después asintió con la cabeza.

-Vamos.

El día era muy caluroso, y Rodrigo estaba transpirando como un loco, evitaba los abrazos o roces con el otro chico, no quería que se diera cuenta que sudaba como un cerdo. Por otro lado Iván caminaba normal, tenía un saco enorme pero parecía que no le afectaba el sol «Mierda, como puede ser tan perfecto» el bajo chasqueo la lengua con molestia, Rodrigo solo llevaba una remera azul, y unos pantalones cortos, aún así estaba transpirando, tenía suerte de que Iván no se haya dado cuenta de lo mal que estaba.

-¿Quieres un helado?- volteo su mirada a Rodrigo, este reaccionó rápido soltando un "claro" este asintió al ver la afirmación de su amigo y se dirigio a la heladería.

Dandole el helado y empezando a hablarle con normalidad, no le afectaba tanto el sol que hacía, Rodrigo por otro lado intentaba escucharlo pero tenía la cabeza en otro lado, no sabía que le pasaba al sol ese día, era abrumador, estaba muy cansado ese día, lo había debilitado demasiado, mientras Iván estaba fresco como una lechuga, Rodrigo se estaba asando vivo.

El alto miraba el estado en el que estaba su amigo, al notar como este estaba apunto de darle una insolación, reaccionó rápido y lo tomo del brazo, llevándolo a un lugar donde haya sombra, luego de llegar al lugar lo miro a los ojos mientras intentaba qué a su amigo no le diera un desmayo.

-Rodrigo, podrías esperarme un momento, voy a comprar un agua- Expreso el alto, viendo como asiente el ojiverde, sale corriendo hacia una tienda que estaba cerca del lugar comprando un agua y volviendo al lugar, Rodrigo estaba sentado en el suelo respirando un poco más tranquilo.

le ofreció el agua, y el bajo al verla la cogio con rapidez y la empezó a beber, su amigo lo miraba atento sin apartar su vista del castaño. Cuando el bajo estuvo más tranquilo y no se notaba que iba a darle un desmayo, este sonrió aliviado.

-Perdoname pa, me estaba muriendo - Dijo el más bajo con una sonrisa fingida, el otro le hizo una seña para que supiera que no le importaba.
Iván quería decirle una cosa que se estaba guardando hace tiempo, quería decirle a su amigo, pero ahora mismo no podía, por que siempre se lo impedía, tal vez era mala idea preguntar, pero lo quería hacer.

-Rodrigo- el de ojos verdes levantó la cabeza para verlo -¿Aun sigues pensando que no podríamos ser novios?

El pelinegro al darse cuenta que en serio le había dicho eso, se quedo callado, no sabía que había hecho, su amigo hace un rato se estaba muriendo para después que el le preguntara esto, mierda, la había cagado, la había cagado enorme.

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⏰ Última actualización: Jun 21 ⏰

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𝗖𝗿𝗲𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝗮𝗺𝗼 (ʀᴏᴅʀɪᴠᴀɴ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora