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La infanta Helena se giró ignorando la pregunta del noble, subió a su caballo y sin mirar a nadie en específico vociferó su nueva orden.

Ha: Torwing, dile el resto. ¡Vamos!

Grito ordenando al caballero negro su nuevo menester mientras ordenaba a la caballería prepararse para su marcha. El gigante se acercó al Marqués de Jerez expectante ante posibles preguntas derivadas de sus próximas palabras.

To: Señor.

Inicio la platica el caballero sin absolutamente nada de piel a la vista cubierto por su negra armadura con una gentil reverencia.

To: Mi nombre es Torwing de Torquemada, hidalgo del Duque se Torquemada. Actualmente soy guardaespaldas personal de su majestad la infanta Helena. El hombre referido en la imagen es el Lobo Blanco. Un mercenario que es perseguido por asesinar a sangre fría a vatios señores feudales y creemos que puede ser el siguiente.

El Marqués tragó saliva mientras una gota de sudor recorría su frente y un escalofrío su espalda.

Ma: ¿Señores feudales?

To: Asi es mi señor, dice que fue avistado hace una semana tras la batalla librada en la llanura por un niño al alba.

Ma: ¿Que le pasó al niño?

To: Lo lamento perp no sabría decirle mi señor.

Ma: Solo una cosa más, tu acento es extraño, hablas cantando ligeramente. Eres del Este, cierto?

To: Asi es, conocido por su astucia e inteligencia en todo el país usted es y razón no les falta al al parecer.

Emocionada, una sonrisa se creó en el rostro de la marquesa, cuyos ojos se expandieron como la luna a la media noche.

Msa: Esne Sagunto provincia? Filia sum Ducis loci!

Algo extrañado, sabiendo que su esposa era de dicha región oriental del reino, se frotó la barba algo intrigado por la platica.

To: Ita domina mea, sed nunc relinquenda est. Salutem et apostolicam benedictionem.

El caballero se subió de un vigoroso y certero salto al caballo comenzando a marchar en dirección al resto de la compañía de su majestad. La marquesa, preocupada por su bienestar se giró nerviosa para ver al noble.

Msa: Amor... ¿Crees que nosotros estaremos a salvo aquí?

El Marqués agarró de los hombros a su esposa con fuerza y confianza mirándola a los ojos con vista llena de determinación.

Ma: ¿Sabes amor? Los nobles suelen ser soberbios y ganarse enemigos con facilidad en el sur. Pero estoy tranquilo ya que un cristiano de pies derechos no haría semejante barbarie a un líder noble de tal talante.

Mientras tanto, la negra figura de la capa en plumas de cuervo entraba en una de las tabernas de la ciudad. Era la hora de almorzar y al este entrar con la capucha puesta y lleno de nieve fue recibido por una camarera rozando los cuarenta de no muy buen ver.

Ca: Pareces de por aquí, quitate y cuelgalo allí anda. Vas a sudar y no queremos comer con olor a mierda, ¿te enteras grandullón?

Diría la camarera con un tono juguetón se confianza y una sonrisa en su rostro mientras ayudaba al joven a sacarse el abrigo y colgarlo en el perchero. Una armadura hecha de cuero y piel de lobo, botas de cuero completamente remendadas del gasto extremo que tenían y varias armas rodeaban su cuerpo que estaba oculto bajo la capa.

Una gran espada de mango blanco, un arco  y caraj, daga y navaja. Decoraban su cuerpo dándole la apariencia de un verdadero vikingo.

??: Muchas gracias, señora, ¿Tiene orujo?

La camarera se acercó a la barra para reposar sobre el mármol.

Ca: ¿Del treinta y siete o cuarenta y tres?

??: Mientras sea blanco, ponme el más barato.

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