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Mientras tanto, un preadolescente de doce años con gafas, ojos verdes y algo de peso extra parecía estar usando una espada de madera en medio de un jardín de jazmín adornado con una higuera al fondo mientras las gallinas corrían a su antojo. Una de estas se encontraba detenida frente al chico.

Vi: ¡Mi nombre es Viriatus hijo de Viriato! ¡Y vengo a matarte maldito dragón!

Un comentario desagradable se escuchó derrepente haciendo cayar al chico.

Ni: Tu, gordo.

El chico se giró viendo a si hermano mayor, Nikola, entrar a la propiedad completamente cargado de su equipaje. Este, fue corriendo frente a el con gran alegría.

Vi: ¡Mamá! ¡Mamá! ¡El tete a vuelto!

Nikola llevo su mano a su bolsa para sacar la Katana envuelta en aquellas mantas. Era hermosa, completamente negra en acabados dorados y dibujos de rosas amarillas y rojas por toda su vaina.

Ni: Toma niño.

Viriatus,  la agarró con los brazos temblando de la emoción.

Vi: ¡Es la hostia hermano!

Ni: Solo no mates a nadie.

Inmediatamente se arrodilló sobre el pasto para poder observala con detenimiento. La puerta de la casa, hecha de madera sonó fuerte al abrirse de golpe y una mujer rubia de ojos azules la abrazó con fuerza.

Ni: Hola Mamá.

Este correspondió el abrazo de su madre con cariño.

Ma: ¿Como esta tu padre? Niko.

Ni: Vivo.

La mujer le quitó a Nikola por la fuerza parte del equipaje para llevarlo ella y ayudar a su hijo mayor a llevar las cosas dentro del hogar. Nada más cerrarse la puerta un cacareo fuerte se escuchó, parecía ser un búho autillo cariblanco. El ave no paraba de dar vueltas a la habitación hasta posarse sobre la cabeza del recién llegado haciendo ruido sin parar parar piando en búho.

Nikola agarró al búho y se lo puso entre los brazos tras dejar el equipaje en tierra con cuidado. El búho parecía dejarse acariciar mientras miraba al chico.

Ni: ¿Como esta la más obesa de la casa?

Diría este con la típica voz aguda con la que se habla a los bebés y mascotas acariciando al animal.

Ma: Yo flipo, ¿Quien le da de comer?  Yo, ¿quien la limpia? Yo, ¿encima de quien está todo el rato? Yo. ¡Y no me deja que la acaricié!

Ni: Pollo, arrea.

Dijo antes de lanzar al pájaro al aire provocando que esta volara hasta la parte de arriba de la puerta del salón para quedarse observando tranquilamente.

Ma: ¿Que tienes planeado hacer mañana? Por qué podrías sacar a las cabras mañana.

Este se acercó a la mesa viendo un trozo de pan que no dudó en atacar llevándose este a la boca, comenzando a comerlo mientras hablaba con su madre.

Ni: Pues depende de si tengo que trabajar o no.

Ma: A bueno, ¿y cuando te dicen eso?

Ni: Mañana lo dirán si hay que ir o no.

Ma: Yo no sé para que te metes en el ejército como tú padre, con lo bien que podrías estar con las cabras aquí...

Diría esta mientras llevaba parte del equipaje a la habitación del chico, entonces este se puso el pan en la boca para aguantarlo mientras llevaba el equipaje a su habitación. Esta tenía varias espadas de diferentes tipos colgadas en la pared, pinturas, y varias estanterías llenas de libros además de un solitario cactus pequeño en una maceta en la ventana. La búho apareció quedándose sobre la puerta observando lo que este hacia.

Ni: Hogar dulce hogar...

Dejó en medio de la habitación todo para más tarde arreglarlo, colgó su Claymore en la pared y se lanzó sobre la cama viendo al techo tranquilamente.

Ni: Por fin un lugar donde caerme muerto... Vivar...

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