Helena ardió en colera al no ver aparecer por la puerta al mercenario por lo que volvió a subir al caballo y ofreció un silbido indicando a sus hombres que realizarán la homónima acción. Subieron a sus monturas equinas para salir disparados del lugar de nuevo hacia el sur. Mientras cabalgaban, uno de los restantes soldados se puso a la altura de la infanta para poder entablar una conversación.
So: ¿Ordenes?
He: Viriato.
So: E-entendido...
Sin objeción alguna, este se alejó ligeramente indicando así el final de la conversación. Mientras tanto, en la plaza del pueblo frente a la taberna se encontraba Nikola, frente a la Elfa que una vez descubierto su rostro sentía tanto miedo ante su inminente muerte que no podía pensar en nada más que en la espada de aquel hombre.
Ni: Vete, ya ha muerto mucha gente inocente que solo hacía su trabajo.
Esta parecía no fiarse de sus palabras, o simplemente se encontraba tan aterrada que no era capaz de hacer nada, ni siquiera moverse. Ante la negativa de la Elfa, Nikola se acercó para agarrar el trapo que había dejado caer para continuar limpiando su hoja y así comenzar una caminata lenta hacia la puerta norte de la ciudad que no se encontraba lejos pudiéndose deslumbrar al final de la avenida que cruzada por la plaza.
Puede que aquella Elfa no pudiera escuchar la voz de Tomo, pero aquel enimal mágico en forma de Hurón emergió de nuevo de los ropajes del hombre para preguntar, tenia una suave voz femenina al parecer.
To: ¿Por qué te vas? Acabamos de llegar...
Ni: No hay tiempo, ¿cual era la probabilidad de encontrar a alguien de la familia real en una puta taberna de mala muerte?
To: Tal vez si hubieras sido sumiso en lugar de ponerte chulo no habrían muerto esos soldados.
Ni: No se puede salvar a aquel que quiere morir.
To: No estoy yo muy segura de eso...
Cuando el hecho fue notificado, el Marqués fue en persona escoltado de su guardia personal a dicha plaza para ver la masacre. Seis cuerpos que parecieron morir de un único golpe en círculo como si se tratase de un ritual de sacrificio satánico en el centro de plaza. Uno de los guardias del Marqués se acercó al mismo tras salir de la taberna a paso raudo.
Gu: Mi señor, al parecer ese desdichado logro erradicar a todos de un único golpe.
Ma: A-ah... ¿todos?...
Gu: Los plebeyos también mencionaron haberlo visto dirigirse hacia el norte saliendo de la ciudad a paso raudo.
Con furia, apretó el Puño indignado ante la mala fama que les dará el hecho por lo haber protegido como es debido a la infanta.
Ma: ¡¿Y por qué narices nadie pudo detenerlo?! ¡¿Sois conscientes de lo que vale su cabeza?!
El guardia, en silencio, señaló al círculo de cadáveres en el centro de la plaza. Al hacerlo, el Marqués relajó la mano y pareció entrar en razón, únicamente pensando un poco fue capaz de entenderlo.
Gu: ¿Usted cree que alguien en Jerez sería capaz de frenar a ese monstruo?
Con el cuello sangrando, entre el camino nevado, la joven Elfa de ojos azules llegó sumamente cansada al campamento militar. Nada más pasó por la puerta se desplomó sobre la nieve boca abajo. No de forma intencional si no por cansancio más bien. Hiperventilando sin control fue atendida por los matasanos del campamento, siendo agarrada entre dos de estos que la alzaron para intentar llevarla a la enfermería pero su marcha fue frenada por la infanta que se plantó frente a ellos.
He: Elfa, ¿hacia donde se fue?
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LEIDEN
ФэнтезиNikola, un joven mercenario que sufrió una serie de catastróficas desdichas se encontra en esta aventura de fantasía oscura en una guerra entre la nación de Tartessos y el Imperio Expansionista de Cipango que ya llevaba asolado el contiente durante...