Rodri se exaltó drásticamente posicionándose entre Nikola y la Elfa apartando su hoja bruscamente del cuello de la doncella con un golpe seco en su brazo.
Ro: ¡No puedes hacer eso! Es una mujer, ¿a ti no te da vergüenza?
La cara de Nikola en ese instante parecía un croquis entre no saber muy bien lo que está ocurriendo dejando de notarse entre extrañado y atacado pero observando la situación para ver que animalada haría ahora su compañero de grupo.
Ro: Vamos a dividirnos, la llevaremos junto a la compañía con Viriato.
Nikola en ningún momento pareció bajar la espada, parecía desconfiar completamente en la Elfa y sus intenciones. Rutula se acercaría para mediar un poco entre ambas posturas encontradas posando su mano sobre el hombro del pícaro.
Ru: Me parece bien, cada uno por su lado y punto.
Mientras todo esto ocurría, al otro lado de la ciudad una calle se encontraba completamente teñida de rojo, en sus suelos yacían decenas de cuerpos con una peculiaridad, todos ellos portaban la misma armadura, la de las tropas de Tartessos.
Caminando en ella, firme, se encontraba un samurai completamente enclausatrado en su armadura desde el casco hasta las botas. En sus manos una Tachi, una katana de gran tamaño que sería el equivalente bélico de la Claymore para los amarillos por así decirlo. Los samurai, las tropas de élite Cipanguesas, con una destreza y honor tal que serían capaces de barrer con una centuria de hombres si las condiciones son óptimas.
Este, sin problema alguno continuó caminando buscando el mayor número de oponentes posibles, para los Samurais el honor lo es todo, y poder vencer la mayor cantidad de poderosos guerreros sería lo idóneo para una vida llena de entrenamiento que poder probar en la práctica. Su espada estaba completamente manchada de sangre tartessa que eliminó de un gentil tajo al aire causando una mancha más al ya malogrado suelo.
Unos golpes sonaron en la cercanía, efectivamente hizo presencia el grupo conformado por Rutula, Saria, Rodri y Lumiel. El samurai no dialogo ni un mísero instante con su subconsciente, atacaria sin dudar. Rutula se posicionó al frente aunque el Samurai miraria a la Elfa extrañado mientras apuntaba a esta con su larga Tachi cuando de la nada una voz femenina se escuchó hablando en voz alta pareciendo provenir del samurai.
S: Uragirimono!
Saria, decidido, agarró su Maza de guerra para adelantarse completamente cargado de determinación señalando al amarillo con dedo índice derecho.
Sa: ¡No me hables en Taka taka medio metro blindado!
Los músculos de Saria, eran sin lugar a dudas los más potentes del Escuadrón. En fuerza bruta es posible que Nikola este por encima, pero sin temor al fracaso, cualquiera apostaría que Saria posee una mayor fuerza explosiva y con creces. El Martillo de Saria perfectamente podría pesar en total más de ciento veinte kilogramos y este lo alzó con una sola mano como si levantará una barra de sentadillas con tal peso únicamente con un brazo y por la esquina. La velocidad del samurai pareció ser más que suficiente para cumplir el menester del mismo, esquivar el golpe.
"¿Este crío me ha esquivado?" Pensó Saria estallando en ira usando ahora su potente brazo para intentar deshacerse del chico que logró rebanar el mango del Martillo de Saria haciendo caer el peso de la Maza al suelo a peso plomo, quedando el mango del mismo en las manos del magro guerrero.
El escudo de Rutula fue rápido posicionándose frente a Saria pero dejando completamente vendidos a Rodri y Lumiel.
Ro: ¡Imbécil!
Gritó el moreno agarrando ambas dagas en sus manos mientras que en un rapido cambio de trayectoria el Samurai avanzó hacia el binomio.
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LEIDEN
FantasyNikola, un joven mercenario que sufrió una serie de catastróficas desdichas se encontra en esta aventura de fantasía oscura en una guerra entre la nación de Tartessos y el Imperio Expansionista de Cipango que ya llevaba asolado el contiente durante...