[Cuando interactuen los cipangueses entre ellos será escrito todo en el idioma convencional para una mayor facilidad de comprensión para el lector a partir de ahora]
En el centro del Imperio cipangués se encuentra la nueva capital Imperial, una ciudad de más de un millón de habitantes con edificios de madera de más de cinco pisos, templos de todo tipo, parques, comercios y más. La ciudad de Hiroshima que se veía levantada entre siete colinas y un río llamado el río amarillo pasaba por el centro de la ciudad sirviendo para el pueblo y su sistema de canales para facilitar el transporte al tener un caudal fluvial más que suficiente como para ser navegable por góndolas y pequeñas embarcaciones.
Sobre la montaña más alta, un volcán inactivo llamado el Monte Fuji se encontraba el templo del Sol. Allí el emperador de cipango, la familia Imperial y todo el séquito de militares de alto rango que no se encontraban en activo vivían y usaban como base de operaciones. Bajando los cinco mil escalones que separaban el jardín Imperial del templo que se hacía llamar "La Ciudad Perdida" al ser descomunalmente grande el tamaño del complejo había un lago hermoso. Los peces koi de todos los colores y combinaciones nadaban tranquilamente entre los cerezos cuya flor no nacia ante la inmiente llegada del frío invierno.
Recogiendo agua usando un cubo se encontraría una joven de piel pálida, kimono blanco en estampado de flores de loto en rosa suave y buen ver. Era alta en estatura para ser una mujer de veinte años oriental, media un metro sesenta y cinco, una pequeña cicatriz horizontal se hacia visible en su pálido y perfecto rostro y sus ojos parecían ser especiales. Puesto que la heterocromia parecía ser la cualidad distintiva de esta chica portando un ojo color azulado y otro color grisáceo. Al subir los cinco mil escalones para alcanzar el templo de la ciudad prohibida dejó agostada el cubo en la cocina.
Una chica algo mayor a ella y con el rostro completamente pintado como una geisha se acercó a esta por detrás para propinar un golpe en la nuca con la palma de la mano a la heterocromatica.
Re: ¡Senko! Cuántas veces tengo que repetirtelo... Por mucho que Hiro te diga que tienes que ir a por agua no tienes que ir tú, es su trabajo debe de hacerlo ese caradura.
Senko miró a Rei con un rostro apenado y de suma culpabilidad ante lo ocurrido ya que al parecer esta no era la primera vez que aquel tal "Hiro" se salía con la suya.
Se: Lo siento, Rei-chan... Intentaré que no vuelva a ocurrir.
Dijo Senko posando ambas rodillas en el suelo para pedir perdón de forma honorable. Al verla, Rei se acercó ligeramente a su oreja para poder susurrar a su oído.
Re: Senko... se que eres una geiko y aún estás aprendiendo como tu labor como shiro es animar el ambiente. Tu rostro es hermoso, a los hombres de la corte puede no parecer lindo un rostro con cicatrices pero a los hombres de guerra... ¿Quien sabe si termines con un general? Dime Senko, ¿tengo que recordarte tu ritual de iniciación?
Senko se sonrojó drásticamente al oír a Rei hablar de eso pero una voz se hizo presente. Era la de un chico vestido de cocinero, no parecía destacar en nada, era delgado y no poseía barba, lo normal en un joven asiático al igual que en Rei.
Hi: ¿Ritual de iniciación? Gracias por el agua, Senko-san.
Diría Hiro haciendo una referencia antes de que Rei lo agarrara de la oreja con fuerza.
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LEIDEN
FantasiNikola, un joven mercenario que sufrió una serie de catastróficas desdichas se encontra en esta aventura de fantasía oscura en una guerra entre la nación de Tartessos y el Imperio Expansionista de Cipango que ya llevaba asolado el contiente durante...