Capítulo XXXV: Despliegue Militar a Gran Escala - I

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Serenus, 28 de febrero del 2300 – 1048h

El sonido delicado del caminar de una persona resonaba desde un largo pasillo con suelo de piedra caliza, el ritmo que mantenían las pisadas unas de las otras eran algo apresuradas.

Si se pudiera describir a aquella persona con una sola palabra sería, hermosa, un rostro delicado, piel blanquecina que la ayudaba a resaltar sus ojos color esmerar y cabellera dorada, sus orejas de elfo solo le daban un toque exótico a su ser.

Una corona cerrada de laurel agregaba color a su cabeza mientras que una diadema de oro incompleta era cubierta por sus mechones rubios, salvo en la parte de la frente la cual tenía puntas en sus costados y era de una forma curvada imitando unas cejas extras, múltiples brazaletes de tonalidad ámbar en ambas muñecas.

Su vestimenta en un collar de oro puro con patrones superficiales los cuales sostenían una pequeña tela triangular, esta sostenía a su vez un anillo, el cual se encargaba de sostener dos largas telas responsables de tapar sus pezones y parte del busto dejando gran parte de estos al descubierto.

Un segundo anillo localizado a la altura del vientre ayudaba a tensar las telas que cubrían su pecho dejando caer el resto del material a sus costados, al mismo tiempo sostenía una tira de cuero adornado en la punta inferior una especie de candado hecho de oro con incrustaciones de gemas preciosas.

Ella es Celestine Lucross, una elfa reencarnación de la diosa Larentia, se encontraba en su monasterio en la ciudad fortaleza de Ken, recorría los caminos internos de su santuario impacientemente, hace poco recibió un mensaje por parte de sus dos ...

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Ella es Celestine Lucross, una elfa reencarnación de la diosa Larentia, se encontraba en su monasterio en la ciudad fortaleza de Ken, recorría los caminos internos de su santuario impacientemente, hace poco recibió un mensaje por parte de sus dos escogidas, la princesa Alicia y Prim, quienes fueron atacas por Kuroinu hace un par de días.

Por suerte ambas lograron resistir, aunque eso no era su mayor preocupación, antes de todo esto una visión la alcanzo en sus primeros años de vida, una donde la guerra se avecinaba a su gente, causada por el ejército demoniaco de la reina Olga Discordia, o eso pensaba hasta enterarse de la traición de Vault.

Sin embargo, hace más de 15 días otra visión la atormento, algo que no la dejo dormir durante muchos días, se vio a sí misma, de rodillas en un lago de sangre, pequeños copos de nieve rojiza la bañaban, a su alrededor el santuario destruido hasta los cimientos.

Los cadáveres se apilaban a por montones, el sonido de la guerra a la lejanía, el grito de desesperación de un millar de almas siendo arrastrados a los infiernos, explosiones cosas volando por los cielos tan rápido que no los podía ver, y frente a ella, los cadáveres de sus elegidas, sus cuerpos mutilados casi irreconocibles salvo por partes de sus prendas y colores de cabello.

Cuando informó de esto a sus doncellas, debatieron por mucho tiempo, se decidió mantenerlo en secreto por un periodo más de tiempo hasta entender lo que había pasado, era una confusión absoluta, no fue hasta hace dos semanas que se pidió una reunión de emergencia para todos, la cual debió haber sido dentro de unos 5 días.

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