La semana había pasado de manera rápido y aquello fue una tortura para Kim Sunoo, quien trataba de aplazar su triste realidad al no querer hacer las maletas a tiempo, lo que provocó que un día antes estuviera como loco tratando de que su ropa cupiera con ayuda de sus otros amigos y compañeros de grupo.
Finalmente el tan esperado Sábado llegó y todos los miembros de ENHYPEN estaban en la puerta del departamento que compartían, despidiendo a Sunoo.
—Por favor, trata de controlarte. —Heeseung le peinaba los cabellos con parsimonia, para luego bajar esas caricias a su rostro. —Sabemos que no se soportan, pero por lo que nos contaste, Sunghoon no te molestará.
—¿Y si lo hace? Lo hizo en la oficina. Puedo resistir unos momentos cuando estamos en las premiaciones, ¿Pero una semana? Jay hyung, ve tú, diles que estoy enfermo del estómago o algo así. —La carita de preocupación conmovió a los chicos, más no cedieron.
Sunoo no pudo retrasar más su viaje. Abrazó a cada chico como si ya nos los fuera a ver y con maleta en mano la metió a la cajuela del automóvil, dándoles una última mirada a sus amigos antes de marcharse.
El mánager de Kim comenzó a dictarle su itinerario una vez llegase a Italia, pero el menor no escuchó nada. Sunoo se perdió en el pasado, en aquellos fantasmas que todavía le atormentaban y no le dejaban avanzar. Eran heridas que aún no cicatrizaban del todo, y ver a Sunghoon solamente provocaba que se hundiera más el dedo en ellas y le doliera.
—¿Entendiste?
—Sí, sí. Solamente no debe parecer que la presencia de Park me da asco, fácil. ¡Puedes confiar en mí! —Un pequeño puchero apareció en sus labios, lo que hizo reír a su mánager, quien asintió, aunque ninguno de los dos estaba convencido de que pudiera acatar aquello al pie de la letra.
El recorrido al aeropuerto de Incheon no tardó más que unos escasos veinte minutos. Para su mala suerte, cuando bajó del auto y le fue entregada la maleta, pudo divisar dos cosas que odiaba: camarógrafos chismosos y Park Sunghoon. Parecía que su mal día apenas comenzaba.
Llegó hasta el contrario y para su sorpresa notó que se había cambiado el color de cabello, llevándolo desde el negro hasta un grisáceo.
—¿Quieres destacar más que yo? —Gracias a todos los cielos ambos llevaban cubrebocas, por lo que solamente se podían ver que se dirigían la mirada. La diferencia de altura era bastante notoria ahora que estaban frente a frente.
Los flashes de las cámaras estaban siendo detonados, por lo que comenzar a fingir ya estaba en marcha. Sunoo arrugó sus ojitos como si le estuviera sonriendo, para después darle una pequeña reverencia.
—Por favor Kim, destaco más que tú incluso si trajera una bolsa de papel en la cabeza. —Sunghoon se giró hacia los periodistas, quienes comenzaron a tomar más fotos y vídeos; Sunoo le imitó y saludó efusivamente.
—Sueñas, Park. Quienes están aquí son mis fans, no los tuyos. —Comenzaron a caminar una vez la seguridad dio el visto bueno.
—Porque los míos saben respetar el espacio, cosa que tus sasaengs no.
Touché.
Sunoo puso los ojos en blanco como última respuesta, antes de colocarse los audífonos y subirle la música a tope. Estaba claro que Kim no quería saber de Sunghoon y viceversa, porque el contrario imitó las acciones del más bajito y continuaron con su recorrido.
Si sus encuentros iban a ser así, el pelinegro podría soportarlos; intercambiar algunas palabras, bromas y después cada quien por su lado sonaba a una buena idea, así nadie saldría perjudicado y de una buena vez por todas los medios dejarían de hablar de la relación y tensión que había entre ambos, lo cual era cierto, pero nadie más tenía por qué saberlo.
Una vez entraron en el avión y tomaron asiento -que cabe recalcar, era uno al lado del otro-, Sunoo tuvo que tomar la cámara que le había sido entregada antes de subir, para poder filmar todo su recorrido hacia Italia.
—Estamos yendo rumbo a Italia, chicos. —Puso su mejor sonrisa y luego tomó la cámara para que miraran por la ventana, pero se detuvo en cuanto escuchó una risa a su lado.
Como venganza, giró la cámara hacia el peliblanco, quien no se había dado cuenta aún porque parecía que tenía los audífonos a tope, o eso fingía.
—Hyung, ¿Por qué no saludas a ENGENE? —Hizo zoom como juego en algunas partes de su rostro, y luego acercó más la cámara sólo para joderlo.
Sunghoon volteó a verlo y de forma rápida quitó la sonrisa que tenía. Le arrebató la cámara con algo de violencia, haciendo que todo el teatrito volviera a caer.
—¿Podrías no ser tan tú por unos momentos? Estoy intentando trabajar, y tú también deberías cooperar. —Sunoo había girado su cuerpo hacia Sunghoon, aún con el molesto cinturón de seguridad encima.
—Si lo hicieras de forma más cortés y me avisaras, lo tendría en cuenta, Kim. —Estiró más la cámara hacia él.
—Devuélvemela, Park. —Intentó estirarse más, pero el cinturón se lo impedía. —¡Park! —Su gritó salió en frustración, captando la atención de los demás pasajeros. Tuvo que guardar la compostura y no soltarle un golpe.
—Si dices 'Por favor, hyung', puede que lo considere. —Ahora el que le jodía era él, como siempre sucedía cuando los dejaban más de dos minutos solos.
Sunoo no iba a ceder tan fácilmente. Volteando a ver que todo estuviera nuevamente en orden, se quitó por unos segundos el cinturón, logrando que este hiciera un pequeño ruidito; "será rápido", se dijo a si mismo y se abalanzó sobre el enemigo.
Sunghoon recibió todo el peso de Sunoo, aunque éste era ligero como una pluma. Ambos parecían niños pequeños luchando el uno contra el otro, incluso comenzaron a reírse a pesar de estar forcejeando por ver quien tenía la cámara.
Sin embargo, todo rastro de diversión terminó cuando Sunoo fue consciente de lo que estaba haciendo: estaba demasiado cerca del peliblanco, le estaba sonriendo como si fueran amigos y por un momento aquello le hizo olvidar todo el odio que le tenía.
Nuevamente se acomodó en su lugar cuando la señorita azafata fue hasta donde estaban para indicarle que se pusiera el cinturón de seguridad. Las mejillas del pelinegro estaban rojas, sentía como su rostro se calentaba por la vergüenza de ambas situaciones.
—La cámara, por favor hyung. —Estiró su mano con timidez, no queriendo voltear a verlo porque sabía que se burlaría de él.
—Claro, pequeñito. —Sunghoon le hizo entrega del artefacto, y entonces el que se acercó más a Sunoo fue él. —Continúa lo que estabas haciendo, te seguiré el juego por ser tan obediente.
El más joven sólo masculló un par de malas palabras, pero en cuanto fue encendida la cámara, todo cambió. Su sonrisa apareció, y esa energía que lo caracterizaba volvió quizá hasta con más fuerza.
Narró parte de lo que harían una vez llegaran a Italia, les presentó al hyung que tenía al lado y ambos fingieron estar bien con la cercanía del otro, inclusive hubo bromas conforme la conversación avanzaba, como si realmente fueran buenos amigos desde hace tiempo.
Artículo: "Park Sunghoon y Kim Sunoo juntos, ¿Arreglaron los asuntos del pasado?"
Se captó a los dos chicos de la famosa compañía, HYBE, rumbo a un viaje, pero lo más sorprendente de todo es que estaban juntos.
Como bien se sabe, Kim Sunoo y Park Sunghoon mantienen una extraña relación donde el odio es el que prevalece. Se ha captado por parte del integrante de ENHYPEN, hacer varios gestos nada amistosos hacia Park, el modelo estrella de la compañía. Sin embargo, hoy xx/xx/xxxx, se les vio subir a un avión en compañía de sus respectivos mánagers y parte del staff; según se anunció, se les invitó a la semana de la moda en Milán, pero según otras cuentas, también grabarán algunos segmentos juntos.
¿Será que todo ese odio era una farsa para tener siempre de qué hablar a los medios?

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❛ runaway : sunsun ,
FanficSunghoon es un modelo de una marca reconocida y Sunoo es integrante de ENHYPEN, un grupo de kpop bastante famoso. Las ocasiones en las que se han encontrado parecen llevarse bien; bromean, se elogian y transmiten una bonita vibra. Sin embargo, es t...