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"Necesito agua."

Ese pensamiento lo despertó de golpe, con la garganta seca y las sienes retumbándole en una dolorosa marcha que se le hacía insoportable con cada minuto que pasaba.

Tuvo que detener sus bruscos movimientos porque estaba algo mareado, seguramente aún estaba bajo los efectos del alcohol. Dios, ¿Cuánto había bebido anoche?

Con más calma se dirigió hasta el mini frigorífico que había en su habitación y tomó una botella de helada agua que le supo a gloria en cuanto hizo contacto con su boca.

Cuando estuvo a punto de dejar la botella nuevamente en su lugar, se detuvo porque tocaban la puerta. Seguramente era su mánager, esperaba que trajera pastillas para detener el dolor de cabeza. Afortunadamente las cortinas estaban abajo, sino su humor sería de perros.

—Buenos días.

—No. —Le cerró la puerta en las narices al pobre peliblanco, quien segundos después y con toda la calma del mundo volvió a tocar.

—Kim, ábreme. —Su voz amortiguada del otro lado.

—No. Vete de aquí, no te quiero ver hasta que volvamos a reunirnos en la siguiente actividad. —El pelinegro se hallaba cruzado de brazos y con el ceño fruncido; tal vez no había un molesto sol, pero Sunghoon era lo más cercano a eso.

—Traigo pastillas para tu jaqueca. Ábreme... —Segundos de silencio y luego un suspiro. —Por favor.

Quizá sólo fue un minuto el que transcurrió, puesto que después Sunoo entreabrió la puerta y estiró su mano, haciéndola puño y después extendiéndola. Sunghoon rodó los ojos por el comportamiento tan infantil del joven, pero le cedió la caja de pastillas.

Luego de a poco se dejó ver el cuerpo completo del menor, dejando que entrara a su habitación. Sunghoon escrutó todo con una mirada rápida, yendo rápido a tumbarse en la cama que estaba hecha un desastre.

Sunoo lo dejó ser mientras se tomaba las pastillas, esperando a que hicieran efecto y le otorgaran la calma que se merecía o estaría a nada de asesinarle; sólo verlo le provocaba un odio desmedido.

—¿Qué quieres?

—Dormir. —Park se acomodó en la cama, envolviéndose con las sábanas y disfrutando del aroma que el pelinegro había dejado impregnado en la almohada; coco y vainilla.

—No seas infantil. ¿Qué mierda quieres? —Sunoo se había acercado, quitándole la sábana en un rápido movimiento, provocando escalofríos en el mayor.

—Le quitas lo divertido a todo, Kim. —Se levantó con hastío, tomando su celular y buscando algo en él. —¿Ya te fijaste en Twitter que eres tendencia?

La sangre de Sunoo bajó de golpe a sus pies, sintiendo una angustia terrible en la boca del estómago. Por un momento había olvidado las redes sociales, que era famoso y que estaba dando de que hablar ya fuera bueno o malo.

Con la mano temblorosa tomó el celular del mayor, comenzando a scrollear los artículos. La mayoría eran pedazos de vídeo donde estaba bailando arriba de la mesa, y otros cuantos siendo demasiado cercano a JEY. ¡El pobre chico seguramente sería comidilla por su culpa!

Alejó el teléfono con brusquedad, sintiendo que la respiración le faltaba al recordar los comentarios en aquellos vídeos y otros más de su pasado.

Sunoo es gay.

Homosexual de mierda.

Es un marica y se quiso meter con mi novio, todos son igual de promiscuos.

❛ runaway : sunsun ,Donde viven las historias. Descúbrelo ahora