La palabra miedo quedaba corta a lo que estaba sintiendo en esos momentos.
Claro que en sus gestos se veía que estaba calmado, pero por dentro todo se estaba incendiando y no de una manera que le gustara. Sunoo estrujaba el pequeño pañuelo que había logrado rescatar antes de que le mandaran llamar e interrumpieran el ensayo con sus demás compañeros. Todos estaban igual de confundidos que él, ya que casi siempre los anuncios se daban de forma grupal y no era directamente del jefe, sino de su mánager.
Tenía sólo una opción en mente: El vapeador. Ese bendito y a la vez maldito artefacto podría condenarlo a una vida de vergüenza si es que le habían cachado fumándolo fuera de las instalaciones, donde las cámaras estaban 24/7 filmando cada movimiento que hacía; no lo podía dejar, era eso o matarse de hambre para controlar la ansiedad de ser una persona tan amada como odiada, no había un punto medio.
Tocó con suavidad con su mente hecha trizas por estar tratando de crear posibles argumentos para su defensa. No lo había utilizado fuera de los dormitorios más que una vez, y se aseguró que nadie le estuviera viendo. No podía perder aquel que era su trabajo soñado, pero que en esos momentos sentía como una carga más.
La puerta se abrió y lo primero que pudo divisar fue ese cabello peinado y recortado de forma perfecta, luego la piel pálida cual vampiro del cuello y por último lo que parecía ser un saco. Demasiado elegante. Seguramente a él también lo habían sacado de lo que sea que estuviera haciendo.
Su mal humor acrecentó y con ello un fuerte dolor de cabeza. ¿Qué podía ser peor que ser reprendido por fumar? Estar en el mismo espacio que su auto declarado archienemigo, Park Sunghoon.
Ese estúpido y de rostro inmaculado era como una piedra en el zapato. Cada que tenían que presentar un premio juntos, o recibir alguno por parte de él, era estar siendo hipócritas frente al público, y por lo menos para él aquello no era algo que le gustara. Sunghoon parecía disfrutarlo, que asco.
—¿Me llamaba? —Decidió que lo mejor era ignorar su presencia, a pesar de que Park era mayor que él y aquello significaba una descortesía. Pero claro, las cámaras no estaban, no tenía por qué fingir cuando todos en la empresa sabían lo pésimo que se llevaban.
—Llegas tarde, como siempre. PD-nim, ¿No cree que debería ponerle una amonestación además de ser un adicto? —Sunghoon parecía imperturbable, incluso se le podía ver una sonrisita bailoteando en los labios color cereza, algo brillosos debido al maquillaje natural que tenía encima.
Sunoo tuvo que controlarse. La pobre garrita se estrujaba más con cada segundo que pasaba. Ganas no le faltaban de aventarle la silla, ¿Pero a quién engañaba? Tenía la fuerza de un niño de ocho años.
—No estamos para juegos, Park. —El regaño fue para el pálido, lo que hizo que Sunoo disfrutara aquello y ahora el de la sonrisa fuera él. —Los llamé a los dos porque hay excelentes noticias. Nuestra empresa ha sido invitada a la semana de la moda en Milán.
—¿Es enserio? —Todo rastro de enojo fue absorbido por aquella noticia. Kim aplaudió un poco, lleno de felicidad. Era su sueño estar ahí. —¿Pero no debió llamar a Jungwon hyung para que nos diera a nosotros la noticia?
—Podríamos escucharla toda si te callaras, Kim.
—Nadie te está hablando, Park.
—Los dos, silencio. —Bang Sihyuk logró aplacar a ambos, que estaban a nada de iniciar una pelea ahí mismo. Le pidió a Sunoo que tomara asiento con un ademán, y cuando estuvo sentado, prosiguió. —Como saben, ENHYPEN nos ha salvado de casi ir a la quiebra, pero no sólo ustedes, sino que también Sunghoon ha contribuido enormemente al colaborar con famosas marcas e inclusive aparecer en distintos dramas de éxito. A lo que quiero llegar con esto, es que todo el equipo, incluyendo a sus mánager, hemos decidido mandarlos a ambos ahí. Queremos que representen a Corea en un evento sumamente importante.
La sala se sumió en un silencio imperturbable. La tensión podía cortarse con un cuchillo. Sunoo estaba parpadeando una y otra vez, incrédulo.
—¿Y cuándo nos iríamos? Tenía algunas entrevistas para los siguientes días. —Sunghoon por su parte parecía estar aceptándolo de buena forma. Se le veía serio, pero no con la expresión de su rival.
—Todo está cubierto. Sería la próxima semana. —Bang les puso varias hojas frente a ellos, junto a unos bolígrafos. —Un acuerdo de confidencialidad que el evento mandó, deben firmarlo y leerlo con cuidado.
Sunghoon fue rápido y tomó sus hojas, firmándolas; Sunoo seguía congelado en su asiento, sumergido en su propio mundo y en un montón de ideas catastróficas que eran consumidas por un fuego abrasador: la ira.
—Un momento. —Ni siquiera se dignó en tomar el bolígrafo, ni las hojas. Sunghoon volteó a verlo sin interés alguno. —Es un enorme halago que me tome en cuenta a mí, a pesar de que Jay hyung o Jungwon hyung podrían ir, ¿Pero por qué yo al lado de él? O sea, ¿Si sabe que no nos llevamos bien?
—Que no te llevas bien conmigo, Kim. —Le corrigió, y aquello fue la gota que derramó el vaso para el contrario.
Tomó el bolígrafo y le apuntó de manera amenazadora. Los ojos inyectados en furia, con ganas de encajarle el artefacto en ese rostro perfecto y calmado.
—No nos llevamos bien, pedazo de mierda. Aquí no están las cámaras presentes, hasta PD-nim sabe que no nos soportamos, así que no me eches la pelotita sólo a mí. —Bajó el lapicero y ahora miró a su jefe. —Algo tiene que estar tramando para ponernos a los dos juntos en un mismo espacio.
—Grabaremos un par de vlogs. —El hombre frente a ellos era el que estaba más calmado. Bien sabía de los arranques que el más pequeño de la sala tenía, pero mientras estuviera fuera de cámara, no los detendría. —Escuchen ambos, soporto y soportamos lo incómodo que es tenerlos a ustedes dos juntos por todo el beneficio que le trae a la empresa y al grupo; queremos acallar los rumores que vienen de terceros, por eso necesito que cooperen. Se les recompensará bastante bien, solamente se grabarán y tomarán algunas fotos para sus fans. Le están abriendo la puerta a futuras generaciones para que sea más normal el que les inviten a eventos fuera de Corea.
Sunoo quería llorar y destrozar todo lo que estuviera a su paso. Era como estar encadenado, ya que no podía hacer mucho para poder mandar a alguien más en su lugar, eran órdenes directas de quien le daba de comer, no podía morderle la mano así como si nada, y además tenía un contrato que cumplir. Le dio una última mirada al pelinegro, quien ya había acabado de leer el acuerdo y lo dejaba en el escritorio como si nada hubiera ocurrido.
Soltando un suspiro de derrota, tomó las hojas y les dio una rápida leída. ¿Qué más daba? Su maldición ya estaba impuesta una vez supo quién sería su compañero por siete agonizantes días. Lo firmó y entregó al jefe, quien les dio salida sin más.
Ambos se levantaron y caminaron hacia la puerta, Sunghoon fue el primero en salir debido a que se le había adelantado, pero le tomaba la puerta para que también pasara.
—No sé que tramas, pero mientras estemos fuera de cámara quiero que te alejes lo más posible de mí. —Le advirtió al pelinegro cuando éste cerró la puerta, apuntándole con el dedo de forma acusatoria.
—No tramo nada, niño. —Éste le tomó del dedo y lo bajó sin mucho esfuerzo. —¿Para qué pelear como lo hiciste ahí? No teníamos opción, Kim. Por un momento deja de actuar como si tuvieras doce y empieza a aceptar que así es el mundo de los adultos. Tampoco quiero estar contigo si no hay una cámara de por medio, así que no te preocupes por ello.
Diciendo aquello, fue que dio por finalizada la extraña conversación, soltándole con algo de brusquedad para dar media vuelta y marcharse a su sesión fotográfica.
Sunoo se quedó ahí, sintiendo como quemaba el lugar donde le había tocado el contrario. Los ojos se le llenaron de lágrimas que no pudo contener por mucho tiempo, por lo que salió disparado a los baños para que nadie pudiera verle ni hacerle preguntas a las cuales no tenía respuesta.
Iba a ser difícil.
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❛ runaway : sunsun ,
Fiksi PenggemarSunghoon es un modelo de una marca reconocida y Sunoo es integrante de ENHYPEN, un grupo de kpop bastante famoso. Las ocasiones en las que se han encontrado parecen llevarse bien; bromean, se elogian y transmiten una bonita vibra. Sin embargo, es t...