𝐼

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Los días se sentían cortos ante la perspectiva infantil de nuestros protagonistas, en la infancia la mayoría de los niños solo se concentran en jugar, jugar y jugar

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Los días se sentían cortos ante la perspectiva infantil de nuestros protagonistas, en la infancia la mayoría de los niños solo se concentran en jugar, jugar y jugar. Digo mayoría porque para nuestro pequeño Jeung no era así.

—¿¡Que significa esto!?

—Una gota de jugo, madre.

—¿¡Y porque la gota de jugo esta encima de tu examen!?

—Me dio sed.

—¡En un examen no puede darte sed! ¡Es un examen, debes de estar 300% concentrado!

—Lo siento.

—Debes, ¿Cómo piensas que enseñare un examen todo sucio a mis amistades? —agito la hoja con la máxima calificación—. ¡Quedaría como la burla entre mis amigas!

—Lo siento.

—A tu cuarto —ordeno.

El pequeño pelirrojo acato la orden sin chistar, era mejor hacerle caso a su madre antes de hacerle enojar mas de lo que ya estaba, adoraba a su madre, pero cuando de su imagen se tratase se olvidaba de aquel titulo y hacia todo lo posible para que esta no se vea afectada.

Al llegar a su habitación soltó un gran suspiro, tenía ganas de llorar. Decepciono a su madre y ese era el peor pecado que podría haber cometido en su corta vida. Se sentía tan mal hijo que comenzó a desear que su madre hubiera tenido otro hijo que no fuese el, un hijo que su madre si "merecía".

Se dirigió a su ventana para admirar el paisaje de la nueva ciudad, no paso ni un mes desde que su madre lo obligo a mudarse con su nuevo novio y ahora esposo, no había salido de esa casa a excepción de ir a la escuela. Había tanto lugares por los cuales desearía pasar, pero tal vez ese no era su destino.

Seguía una rutina al pie de la letra y esa rutina no decía por ninguna parte que podría salir a divertirse con sus amigos o amigo, ya que solo tiene uno, aquel pelinegro con el que choco el primer día de clases, tal vez no sea de los mejores alumnos como su madre le aconsejo juntarse, pero era real y amigable.

Cuando el rojizo sentenciaba quedarse en el salón a estudiar el pelinegro se quedaba junto a el —no precisamente estudiando—, pero su presencia hacia una diferencia enorme a cuando estudia entre las solitarias y frías paredes de su habitación, y cuando no se acercaba un examen cedía e iba a jugar con él, sin contarle este detalle a su madre claro.

El cielo comenzó a cambiar de color, los tonos rojizos, anaranjados y moradas alumbraban el ambiente, niños corrían hacia sus hogares luego de jugar con sus amigos.

¿Cómo se sentirá eso?

Se pregunto.

Los niños de su vecindario le habían preguntado si quería unirse varias veces desde que llego, pero a la decima vez de un: "Mi madre dice que no puedo hoy", se rindieron.

𝑀𝑎𝑚𝑎'𝑠 𝐵𝑜𝑦 - 𝑆ℎ𝑖𝑔𝑎𝑟𝑎𝑘𝑖 𝑇𝑜𝑚𝑢𝑟𝑎 𝑥 𝑀𝑎𝑙𝑒 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora