Capítulo 18

10 1 0
                                    

Takamaru Denkō
Un pasado… no muy lindo

—Cuentame un poco de tu pasado, Denkō— pidió Ino con curiosidad. Estaban cenando en un restaurante, con la luz de la luna dándoles pues habían elegido una de las mesas de fuera.

Takamaru cortó con elegancia un trozo de su bistec y comió previo a hablar, trago tranquilamente y miró directamente a los ojos de la rubia —¿Qué tanto quieres saber de mí?— preguntó a modo de burla —Un poco más me parecería sospechoso que quieras saber tanto— bromeó.

Ino se sonrojo levemente —Ay no seas tonto, los Yamanaka somos curiosos por naturaleza— se escudó en el rasgo característico de su Clan. La curiosidad (el chisme mejor dicho).

Takamaru sonrió —Pues…— su sonrisa se desvaneció progresivamente y sus ojos pasaron por varias emociones antes de quedarse inexpresivos —Soy huérfano, mis padres murieron en una guerra de mis tierras, protegiendo a dos idiotas que…— respiró profundo y se calmó —Dos personas importantes de mis tierras— explicó ya mas calmado.

Ino supo reconocer que el pelirrojo guardaba odio hacía quienes protegieron sus padres previo a morir —Bien… ¿Quitando eso, fuiste acogido por otra familia?— intentó cambiar de tema.

Takamaru sonrió un poco melancólico —Yo tendría cuatro años cuando pasó, pero nunca me deje cuidar por nadie hasta que conocí al Gran Maestro Rokuro… en persona— explicó con media sonrisa y cortando otro trozo de bistec. Ino asintió dándole espacio para que se siguiera abriendo —En mis tierras, hay deidades, poseen literalmente energía divina, el Gran Maestro Rokuro es una de esas deidades… mi antepasado también— añadió con sutileza.

—¿Eres el descendiente de un Dios o algo por el estilo?— cuestionó Ino impactada pero desconfiada de ese hecho.

Takamaru puso su expresión al completo en blanco y ladeó la cabeza —¿Está mal? Todos en mis tierras somos descendientes de uno o más de los nueve grandes maestros— explicó con sencillez —Por mi parte, desciendo de la Gran Maestra Nanamaru y el Gran Maestro Rokuro, en partes iguales— explicó y dejó que la mitad de su cuerpo tomara su aspecto demoníaco.

—… eso es perturbador pero genial a la vez— fue sincera sobre la transformación de Takamaru —Verdad que la usaste en tu pelea en los exámenes— recordó.

Takamaru asintió y volvió a su forma humana —Es uno de mis rasgos únicos, Himaru nació como Demonio Onii por ejemplo, en cambio Arashi nació como Humano, ambos no pueden cambiar su forma… no que yo sepa al menos— explicó, con cierto deje de desden hacía los dos nombrados.

Ino ladeó la cabeza —¿Y ellos serían?— inquirió curiosa.

—Arashi Zankuro Denkō y Himaru Kuro Denkō, Dios del fuego actual y Dios de la muerte actual— dijo a secas —Los hijos más recientes de la Gran Maestra y el Gran Maestro… por desgracia los únicos que lograron ser Dioses…— añadió a lo último con algo de disgusto.

—En lo único que siempre estaremos de acuerdo, Shikuro— llegó la voz de Arashi desde el techo —Mamá te mando un set de armaduras, siente que los vas a precisar aquí— le lanzó una piedra con una runa tallada.

Takamaru atrapó fácilmente la piedra y la guardó en las runas de su brazalete —¿Algo más, Arashi?— cuestionó.

El otro pelirrojo se sorprendió al no ver hostilidad, se acomodó el cuello alto de su capa, ajustó su chaleco de gala e hizo aparecer un sombrero de copa alta en su cabeza —Tendrías que estar con tu novia cada que vez que me cruzas así no me tratas de matar— bromeó y luego miró a Ino —Y tu, le haces algo a Shikuro y…—

—Suficiente, Arashi— la intensión asesina de Takamaru frenó al Dios del fuego, quién entendió el mensaje no dicho y asintió.

—Cómo sea, disfruten su cita y tengan una linda noche— dijo para luego desaparecer es un pétalos naranjas.

—Vaya…— fue el simple comentario de Ino…

Naruto: una historia distintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora