Capítulo 7

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1TRAGO
-Danna Paola

Antes de iniciar con el capítulo, quiero aclarar que las conversaciones en este capítulo entre los amigos de Arleth y nuestros protagonistas son en inglés, pero para comodidad del lector/a, lo dejaré todo el español. ¡Disfruta del capitulo!

—Ya sabes, solo dejáte llevar por la emoción y si te sentís mal, decíme y nos vamos. No problem.

Estamos estacionados en, vaya, el parking del salón de la fiesta. Podemos ver desde aquí como las personas bajan de sus vehículos y entran ya con el ambiente en sus cuerpos.

—Lo que pasa es que me da miedo echarte a perder todo —le confieso y ella solo sonríe.

—No te hagas drama por eso, pelirrojo. Tenemos buena química y vamos a hacer que esto parezca natural sin esfuerzo. ¿Listo?

Asiento y bajamos del coche. Acomodo mi ropa por última vez y espero a que Arleth se ponga al lado de mi. Cuándo lo hace, comienzo a caminar, pero ella me detiene. La observo y no puedo evitar que mi vista la recorra.

Dios, el vestido le queda perfecto.

—¿Qué sucede? —pregunto tragando saliva y volviendo a elevar la mirada hasta dar con sus ojos. Ella alza una ceja. Pues claro, lo que hice no fue lo más disimulado del mundo.

—No puedes entrar con el pelo de esta manera. —Se acerca a centímetros de mí y pone los brazos sobre mi cabello, más todavía no lo toca—. ¿Puedo?

—Adelante.

Rompo mi regla solo porque es Arleth. Me agacho un tanto para facilitarle el trabajo. Siento sus manos en mi cabello y como lo peina de un lado a otro. No sé como es que me veo ahora, pero confío en que me dejará de buena manera. Da un paso hacia atrás y yo me pongo a mi altura. Coloca su mano en el mentón, asiente satisfecha y finaliza alzando el pulgar.

—Ahora estás en escena total para la gran noche. Dale, a dar el mejor show de nuestras vidas. —Toma mi mano y empieza a jalar de ella en dirección a la entrada del salón.

𓆉

Pues al final no me equivoqué en como me imaginaba que iba a ser esto.

El salón no es algo fuera de lo normal. Incluso se parecen a los que hay en mi ciudad, en México. La cosa es que al entrar y pasar entre todo el mundo dentro de ese lugar, se nos quedan viendo. Algunos murmuran cosas entre sí.

Siento a Arleth tensarse a mi lado y sostiene mi mano aún con más fuerza. No sé que es lo que hace que esté en ese estado, pero seguramente, algo sucedió entre estas personas y ella. No es cosa en lo que deba de centrarme ahora o sino, la incomodaré.

Sigo con mi papel de novio falso y avanzo por los dos.

Entre más nos adentramos y pasamos por la mesa, menos nos dejan de mirar. Bien, ya pasamos lo feo. Arleth reacciona, por fin, y es ella quien me guía a saber dónde. Me suelta cuando localiza a alguien y se detiene. Sigo su mirada y me encuentro con una chica rubia con un vestido rojo pegado al cuerpo. Cierta incómodidad y tensión crece en el ambiente. Como si fuera poco, parece ser que la rubia nota que la miran y voltea a donde estamos. Ella comienza a caminar a con nosotros.

Acercándose, veo una sonrisa en su rostro. No sé porque, pero reconozco que es forzada.

Por lo que sé —todo me lo contó Arleth en el camino—, la chica rubia se llama Kamila Smith; tiene un novio llamado Matthew, sabrá qué apellido tiene, que supongo que es el mismo que está a su lado, también sorprendido por ver a la panadera ahí. No sé que opinar de Kamila. Según mi acompañante de la noche, es algo narcisista, sarcástica, extrovertida, incluso más que Arleth, le gusta ser el centro de atención y ser perfecta en todo.

El Significado de Nuestra ExistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora