Capítulo 5

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It's U
-Cavetown


—¿Arleth Duarte? ¿La hija de Ivanna? —Omar me pregunta, sorprendido por conocerla. Se le cae incluso el spaghetti de su boca.

—Supongo que sí. Trabaja en la panadería de la cuadra siguiente y vive al frente.

—Hablamos de la misma, entonces. ¿Ya la conocieron? —Intercala la mirada entre ambos.

—Algo así —respondo por ambos. Isa confirma con la cabeza de igual manera.

—Qué bueno. Les va bien tener a una compañía más allá de nosotros en la zona para todo lo que necesiten —agrega Marissa—. Ella y su mamá son buenas personas y dispuestas a ayudar en todo lo que necesiten.

—¿Son de confiar?

—Los conocemos desde que llegaron aquí, hace años. Hemos comido varias veces en familias y es todo agradable. Así que sí, salgan con Arleth siempre que estén todos disponibles.

Miro a Isa y ella levanta las cejas. Hablamos en nuestro idioma qué, según Ness, es poder de mellizos. Yo diría que no. Simplemente nos entendemos por pasar la mayor parte del día junto al otro. Me sonríe y yo suspiro.

—Lo tendremos en cuenta —agradezco y continuamos comiendo.

Omar cambia de tema y dice algo sobre qué necesitan ayuda social cerca de su trabajo e Isa se ofrece de inmediato a acompañarlo a lo que necesita. Yo también quiero hacerlo, más la chica igual a mí me amenaza con la mirada y entiendo lo que está haciendo.

—Gracias por querer ayudar, Isa. Mañana te llevo para que vayan considerándote. Tú también puedes venir siempre que quieras, Emi. —Omar nos sonríe y asentimos.

Parece que sí o sí tendré que ir a hablar con ella o acá mis ojos no me dejará en paz.

𓆉

—Bueno, cualquier cosa que necesites, ya sabes —levanta su móvil y ruedo los ojos-, celular en mano y estaré al otro lado de inmediato.

—Aplica lo mismo para ti.

—Lo sé, pero yo no me voy a reunir con una chica preciosa que me pone nerviosa de pies a cabeza.

—No debí de contarte nada. Y no me pone nervioso.

—Tarde o temprano me iba a enterar. —Me saca la lengua y toma su par de llaves que Omar nos dio ayer cuándo llegó—. Bueno, suerte, Emi. Recuerda, haz solo lo qué sientas que es cómodo para ti, ¿sí? No te obligues a hacer algo que no quieres.

—Ni parezco ser el hermano mayor.

—Eso da igual.

Me acerco a ella y le doy un abrazo. Isa me lo devuelve muy complacida. Acto seguido, se separa, me da unas palmadas en los hombros y se despide con la mano.

—Suerte a ti también, Isa. Luego me cuentas que tal todo.

—Prepara las palomitas de una vez.

Cierra la puerta a sus espaldas y me echo en el sillón. Aún es muy temprano para ir a molestar al frente, así que me quedo en la sala, ya vacía; pues todos se han ido a sus trabajos. Me pongo a ver una película mientras tanto, a la que ni llego a la media hora porque decido que es buen momento para salir. Luego la terminaré.

Sí, la ansiedad de hacer todo en el momento me consume.

Empiezo a tomar mis cosas antes de salir. Las llaves, mi cartera, los audífonos para cualquier cosa que se necesiten, una barrita de zarzamora con queso, y obviamente, mi celular.

El Significado de Nuestra ExistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora