Capítulo 17

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We're fucked, it's fine
-Jeremy Zucker

Es viernes por la noche. Un día que empezó siendo caluroso y ahora hay lluvia por todos lados.

Está muy a gusto el día. Claro, todo porque Isa no se encuentra en el departamento. Solo está Iker, pero es como si no estuviera; está jugando en la sala.

Hago unas palomitas caseras y salgo al balcón donde suelo tener mis charlas nocturnas con Arleth diariamente. Y hablando de ella, estos dias no hemos salido como el año pasado, pero en cambio, hemos pasado las tardes en su casa. Excepto el miércoles, que salió con Noah a esa hora. Hoy la vi hace unas horas y me estuvo mostrando todas las maquetas que ha realizado para su universidad. Es súper buena con las manualidades.

No me importa mojarme con la lluvia; eso hace que sea aún mas agradable este ambiente. Observo la calle oscura, a las personas caminando yendo a saber donde, puede que a sus casas, o a salir de fiesta con sus amigos, pero todas con el mismo propósito: conseguir algo que les haga felices.

Estos últimos meses de introspección para mí mismo, he aprendido mucho sobre lo que significa estar solo -no sentirse solo, son cosas diferentes- y me ha gustado bastante el pasar tiempo con mi persona y entenderme.

Por ejemplo, de no haberlo entendido, nunca hubiera sabido que me encanta ver las nubes pasar y darles forma, o que puedo divertirme bastante armando un rompecabezas con música de fondo. O, sobre todo, comprender que puedo salir a solas a lugares donde un grupo de personas irían y tener una experiencia increíble. Aún tengo mucho que aprender por mi cuenta, más que nada en seguir autodescubriendome y no ser tan dependientes a los demás.

Siento el teléfono vibrar y observo de quién se trata. Al mismo tiempo, caigo en cuenta de la hora que es. Son las cuatro de la tarde. El tiempo ha pasado muy rápido.

—Hola —escucho la voz de Isa al responder la llamada—. ¿Dónde estás?

—Adivina —respondo sonriente.

—Anda, cabeza hueca. Me dices o me tiro del balcón.

—Pues acabas de adivinarlo.

La puerta del cuarto se abre, me asomo por la ventana y veo a mi melliza entrar con el celular en la mano. Tiene el cabello mojado. Corto la llamada y la saludo. Ella avienta el aparato a la cama y viene a mi encuentro. Se sienta en uno de los escalones de la escalera de emergencia y me pide las palomitas. Le paso el tazón ya a casi terminar.

—¿Cómo te fue? —pregunto, expectante de sus palabras. Me causa mucha curiosidad saber que tal fue su salida con Arleth.

—Super bien. Ahora entiendo a la perfección porque te gusta. Lástima que tiene novio; sería la chica ideal para ti —comenta, jugando con una palomita antes de llevarla a su boca.

—Quién sabe. Quizás funcionemos como amigos, pero como pareja no. No sé. Pero me alegra que te haya agradado.

—A mi también. Espero algún otro día salir con ella, quizá nosotros tres al cine. Luego vemos. —Sonrío y afirmo con la cabeza—. ¿Preparamos galletas con Iker? Se veía muy emocionado cuando llegué —pregunta mi yo femenina, levantándose a la par que dice eso.

—Pero por supuesto. —Yo también camino hacía la ventana y pongo un pie del otro lado, mas no me muevo—. El último en llegar prende el horno.

Y corro por mi vida mientras Isa me insulta en mil idiomas detrás mío.

𓆉

Hay momentos en los que piensas cuánto añoraras regresar a ese instante y guardarlo para toda la vida. Puesto que sabes que, siempre que lo vayas a recordar, será con una sonrisa.

El Significado de Nuestra ExistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora