Black Friday
-Tom OdellPara el día siguiente, saco a Arleth de su casa como distracción de todos sus problemas. Estar en ahí, dentro de las cuatro paredes que pueden ser sofocantes muy seguido, suele abrumar bastante. Y más si su mamá está presente.
Estamos a tres días de navidad y dos para nochebuena y ella tiene que estar con todos los ánimos para esa fecha.
Isa me dio sugerencias. Le resumí la situación lo mejor posible, pues a pesar de todo, es tema de Arleth y solo suyo. Yo solo busqué apoyo de mi melliza para ideas rápidas. Dijo que podíamos ir a la playa a dónde fuimos casi dos años atrás, a algún restaurante lejos para que nos dure todo el día la salida o a un bar en la noche para relajar el cuerpo.
He decidido hacer las dos últimas opciones. Una cena en algún restaurante y después llegar al bar. Ahí acudí a Omar, antes de que se fuera a su trabajo, para preguntarle por lugares para comer.
Así que ahora estoy tocando la puerta de su casa. Son las cinco de la tarde. Pero de aquí a que llegamos al lugar, nos llevará un rato.
La ex panadera me recibe con una mirada de confusión. Yo sonrío, mostrando mi mejor cara. Creo que lo que hace que se sienta de esa manera es mi vestimenta. Un pantalón de mezclilla negro, una camisa blanca fajada y unos lentes de sol. En cambio, ella tiene su pijama de cuadros negros.
—¿Qué haces vestido así? —me pregunta, recargada en la puerta. Yo me cruzo de brazos, sin dejar de sonreír.
—Tú y yo tenemos una salida hoy. Así que vístete y ponte más linda de lo que ya estás.
—Pero, Emi...
—Sin peros, te aseguro que te divertirás conmigo. ¿Cuándo ha sido el día en el que te has aburrido a mi lado?
Ella sonríe poquito.
—Nunca —dice en voz baja.
—Entonces, ve. Aquí te espero. —Casi que le regreso al interior de su casa. Ella no se mueve únicamente para decir:
—¿Y qué me pongo?
—Lo que te haga sentir tú. Lo importante es que hoy seas Lett y nadie más.
Duda un poco, pero termina agitando la cabeza en señal de afirmación. Ahora sí, cierra la puerta y yo suelto una bocanada de aire.
𓆉
—Si necesitas que vaya por ustedes, me llamas —replica Isa, cuando regreso a la casa para tomar dinero y mi celular antes de que Arleth salga.
—No te preocupes, ahí te aviso. Espero no emborracharme tanto. Hoy actúo como un adulto responsable.
Isa alza una ceja, incrédula.
—Ay, ajá. Claro. Bueno, pero me mandas la ubicación en todo momento. Tan siquiera para estar menos preocupada.
—¿Quién te crees que soy?
Mantiene su gesto. Jamás olvidará esa vez que se me pasó avisarle donde estaba, suceso de hace dos años atrás. Vaya, cuánto tiempo ha pasado desde aquel entonces. Aún estaba con Brianna, yo no entendía muchas cosas de mi propio ser y tampoco me enamoraba de la vida.
𓆉
La chica sale con un vestido blanco de mangas largas -pues el frío aquí sí se siente- y unas zapatillas. Sí, esa es la Arleth yo conozco.
—Qué linda estás, Lett. ¿Vamos?
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El Significado de Nuestra Existencia
Teen FictionValidación Académica Problemas en el amor Una amistad a distancia Y un viaje de auto-descubrimiento Supongo que mezclar todo eso hace la vida más interesante de lo que ya es. Sin haberlo previsto, conocí a Arleth de la manera más... Ordinaria y a...