No puede ser... Maldita sea. Me levante de golpe, eso no podía continuar, todo el calor y la excitación que tenia desaparecieron de inmediato, fue como si un balde de agua fría me hubiera caído de repente. Estaba a punto de cogerme a mi sobrina la cual es virgen,
¡¡¡VIRGEN!!!
Yo jamas he estado con una virgen, y no pienso cambiarlo, eso es como una regla para mi y no la voy a romper. Carajo, que hubiera pasado si no me lo dice, no quiero ni imaginarme de verdad.
Mi mente esta trabajando a mil, me siento confundido muy confundido. Necesito aire, necesito pensar, un espacio para mí, me siento abrumado.
—¿Qué pasa Peter?
—¿Es enserio tu pregunta?
—Pues si... ¿Qué te pasa?
—La, eres virgen.
—¿Y? Pensé que ya lo sabias, o que al menos lo suponías.
—¿Suponerlo? Con todo lo que haces, lo que hemos hecho... No lo parece.
—Eh visto películas porno y he leído libros... las novelas eróticas son mis favoritas—. Madre mía, pero que demonios. Justo ahora siento que la desconozco ¿Donde esta mi princesa?
—Sabes... Esto tiene que acabar ya—. Solté de golpe el aire que sin darme cuenta estaba reteniendo—. No se en que maldito momento, empezó todo esto, esta mal... Tú me envuelves, me manipulas...
—¿Qué yo te manipulo?—. Me pregunto incrédula. Se levanto y puso sus manos en sus caderas.
—Si... Tú me manipulas. Siempre termino haciendo lo que tu quieres... ¿Pero sabes que? No más.
—Claro que fácil es echarme la culpa de todo ¿No? Que yo sepa nunca te puse una pistola en la cien para obligarte a hacer lo que hemos hecho.
—No claro que no, no hace falta, eres tan manipuladora que una pistola no serviría de nada.
—Eres un maldito cobarde... No te atreves a aceptar que te gusto, que te encanta que te toque, que te bese y ¿Sabes que? Ya me aburriste—. Dijo molesta y se metió a su baño cerrando de golpe la puerta.
—Yo también ya estoy aburrido de ti, eres una inmadura—. Le grite y me salí de su habitación molesto.
Baje a la sala y me serví un trago, quiero ahogar todos los sentimientos que tengo atravesados en el pecho. Todo esto es una locura, yo y mi sobrina ¿Pero en que puto lió me metí? Soy un cabrón infeliz, yo la vi nacer, la cuide por muchos años, siempre me contaba sus problemas y yo a ella los míos, la pasábamos tan bien, solo eramos dos grandes amigos y ahora todo se complico. "Eres un maldito cobarde" Es verdad soy un cobarde, porque no fui capaz de ponerle un alto, no tuve el valor de frenar todo esto desde un principio. "No te atreves a aceptar que te gusto, que te encanta que te toque, que te bese"
No ella no puede gustarme ¿O si? ¿De verdad me gusta mi sobrina? Mierda si, ya, lo admito, me gusta es mas me encanta, es hermosa y tendría que estar ciego para no notarlo, lo que me enferma es que justo lo note después de la noche de su fiesta y ahora me doy cuenta de que ese primer beso fue lo que me hizo verla como la mujer que ahora es.
¿Dónde quedo mi niñita? No lo se, pero ahora tengo que pensar en algo, tengo que mantenerme alejado de ella. Esta atracción que siento por ella esta mal y si no quiero terminar cometiendo una estupidez aun mas grande que las que ya cometí, debo estar lejos, sin duda el viaje a Hawai me va a ayudar y mucho. Lo que me confunde es que desde el sábado por la noche, no dejo de pensar en ella incluso de soñarla, recuerdo sus besos, el sabor de sus labios, su aroma tan peculiar, y sinceramente los pocos momentos íntimos que hemos tenidos han sido... increíbles, jamas nadie me había echo sentir de esa manera, ni siquiera Mery que es con la chica con la que mas he durado y con la que mas experiencia sexual he tenido, todo esto me tiene abrumado de verdad, y de ahora en adelante tengo que tener mucha fuerza de voluntad para tenerla alejada lo mas posible de mi, aunque eso signifique que nuestra amistad quede en el olvido.
Escuche unos zapatos de tacón bajar las escaleras, mire mi reloj y ya eran las 7 de la noche, fui hasta el recibidor y la vi al pie de la escalera, tan hermosa como siempre, llevaba un vestido rosa y su cabello en una trenza de lado.