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Haber, haber, haber... ¿Lali ya tiene novio? Eso es imposible, apenas hace una semana ella estaba declarándome su amor y ahora resulta que ya tiene novio, eso debe ser una broma.

—¿Novio?

—Así es... Yo puse la misma cara que tu cuando me lo dijo pero bueno, después de refunfuñar y ponerme celoso, hable con ella, parece ser que esta muy entusiasmada con ese chico y bueno, creo que ya esta en edad de que empiece a conocer chicos y salir con ellos.

—Una cosa es que salga con ellos y otra muy diferente que sea su novio.

—Ella lo quiere Peter. Cuando me lo dijo tenia una enorme sonrisa en su rostro, la hace feliz, y yo no se lo iba a prohibir—. No puede ser, yo sinceramente no me esperaba esta noticia y Nico lo apoya, esto es demasiado para mí.

—¿Y lo conoces? ¿Quién es?

—No lo conozco, solo se que se llama Pablo.

—¿Qué?—. Pero que mierda estaba pensando Lali, no puedo creer que aya decidido regresar con ese pendejo, maldita sea mi sangre esta hirviendo, apreté la mandíbula tanto que estaba por tronar del maldito coraje.

—Por lo que me contó mi hija, es un buen chico, parece que ya habían intentado antes tener una relación pero no funciono pero parece que ahora es diferente y esta feliz—. Nico sonrió. Carajo, es una tonta, es una... agh—. Peter, relájate—. Me pidió al ver lo tenso que me puse.

—Es que no puedo creer que...

—Lo se, ya te dije que al principio me costo un poco de trabajo aceptarlo pero bueno algún día tenia que pasar ¿no?—. Me peine el cabello con la mano mas que desesperado, mierda esta noticia no me gusta nada, tengo unas ganas enormes de tirar todo al piso, golpear las paredes y mierda, quiero sacar este coraje que tengo aquí atorado. Maldita sea, condenada y mil veces condenada, el amor que dijo tenerme se le fue muy pronto ¿no? Claro ahora estoy más que seguro que todo era un vil chantaje.

Trate de relajarme y controlarme para que Nicolás no sospechara nada extraño.

—Si, tienes razón. Algún día tenia que pasar. Nuestra niña ya no es mas una niña—. Y valla que yo lo tengo muuuy claro.

—Cierto. Se lo que sientes hermano, se que adoras a mi hija como si fuera tuya pero hagamos el esfuerzo—. Si claro Nicolas, si supieras.

—Cierto, si ella es feliz, nosotros también—. Le dedique una sonrisa forzada.

—¿Entonces te veo mañana?

—Si. Mañana a la hora de la comida estoy en tu casa, me va a dar mucho gusto ver a Lali y a su novio claro.

—Perfecto. Me voy, te dejo trabajar—. Me dio un abrazo y salio de ahí y fue entonces que aventé con todas mis fuerzas el bote con lapices contra la pared. Estaba por tomar mis planos y romperlos en mil pedasitos pero me contuve.

Así que la nena ya tiene novio, pero que ternura. Mañana me va a escuchar, jamas voy a aceptar que tenga una relación con el infeliz ese, jamas. Ese es su jueguito, perfecto yo también puedo jugar y mucho mejor que tu.

Llegue a casa de Mery ya pasadas las 9 de la noche, después de la visita de Carlos continué con mi trabajo y no pare hasta ahora, logre con el olvidarme un poco de esa mocosa que me vuelve loco pero ya se que voy a hacer y Mery es mi primera jugada.

—¿Te vas a quedar conmigo esta noche?—. Me pregunto mi novia al momento que me abrazaba por el cuello y me daba un beso en los labios de una forma seductora. Ya se lo que quiere.

—Mmm... si me invitas, con mucho gusto.

—Sabes que tú no necesitas invitación—. Mordió mi labio y comencé a acariciar su espalda hacia abajo hasta llegar a su trasero.

En contra de todo Where stories live. Discover now