Hoy me levanté sin ganas de vomitar, pero aún con ganas de decírtelo todo, decirte cuánto extraño tus besos, tus abrazos, tus "te amo".
Soñé con vos cómo siempre y al ver mi teléfono se me hace imposible no pensarte, se que tenerte de fondo en mi pantalla me hace daño, pero aún no quiero soltarte.
A la tarde me junté con mis amigos en un lugar que solo me recuerda a vos y les conté lo que pasó y como aún te sigo esperando, estuve pendiente de tu equipo favorito y me dió felicidad saber que ganó, porque se que a vos eso te alegraría.
A la noche fui a cuidar a mi hermanita, la verdad no tenía energías pero pensé que me haría bien, mi madre se enteró y me dió un abrazo mientras le hacía saber que yo estaba bien, porque todavía me duele no estar con vos, pero esa poca esperanza de conectar nuevamente me mantiene despierto.
Me está costando horrores dormir pero me duerme temprano, me duermo esperando tu mensaje y me despierto anhelando ver qué te decidiste a mandármelo.
A veces me gustaría saber si pensas en mi, si todavía me amas, quiero hablar con vos en persona que sepas cómo me siento, pero debo respetar tu espacio y tu tiempo, porque es la mejor forma en este momento, de mostrarte cuánto te amo.
