Hoy tuve ganas de hablarte todo el día, pero tuve que limitarme a ignorar esos pensamientos, las ganas de buscarte me consumen pero puedo con ellos, ahora soy más fuerte, no te preocupes.
Me compré un par de zapatillas, estás si son del color que me gustan, tendrías que verlas, son hermosas. Quedé solo en casa y por fin pude sentir una tranquilidad que anhelaba hace tiempo.
Traté de dormir una siesta, pero me invadió esa sensación de mandarte un mensaje, estoy empezando a acostumbrarme a el, se que en algún momento se irá. Mañana empiezo a ponerme al día para sacar es materia, ya quiero avanzar para cerrar esa etapa.
Salí a correr, y hablé con tu madre, nunca lo había hecho, pero a pesar de conocerla muy bien se sintió liberador, es muy buena escuchando. Se que ella quiere lo mejor para vos, así que le pedí que te ayude a conseguirlo, sin importar si tiene que alejarme de tu vida para ello.
Estoy acostado recordándote como todas las noches, con una sonrisa enorme, me encanta poder quedarme con todo lo hermoso que me brindaste, solo espero algún día poder devolvertelo, solo toca espera y tener suerte para que me dejes demostrarte lo hermoso que es.