Cada día duermo peor, cuanto más ocupado trato de estar en el día, más me invaden tus recuerdos en la noches, y más ganas tengo de agarrar mi teléfono y ver qué me escribiste.
Te extraño cada día como si no hubiese nadie más en mi vida, me despierto luego de soñarte con ganas de buscarte y ver si aún me amas, aún tengo esperanzas de que pase, y mostrarte que podemos hacerlo mejor.
Fui a consultar para cerrar la etapa de esa materia con la que todos me insistían tanto, quería contartelo pero no estabas. Hablé con el psicólogo para decirle a alguien todo lo que siento por vos, y cuánto mas hablaba más te recordaba con anhelo.
Volví a casa pensando en vos, en que estarás haciendo, deseando que se nos de esa charla que tanto me promete el universo, para darle un nuevo comienzo a esta hermosa historia que por el momento dejamos de escribir.