Ya hace un mes que decidiste irte, y aún no puedo aceptarlo, extraño tanto cada pequeño detalle tuyo, que me cuesta afrontar estoy luego de soñarlo.
Me levanté a la madrugada luego de soñarte, con ganas de hablarte y decirte cuánto te amo, ya no se si estoy en lo correcto con esperarte, pero aún quiero intentarlo.
Te pienso todo el día, aunque trato de distraerme con cualquier cosa, pero el hecho de amarte con tanta intensidad todavía me lo dificulta al punto de volverlo casi imposible.
Quiero volver a besarte, abrazarte, de intentar algo de nuevo, más maduro, más sano, siempre digo que no lo espero, pero no yo mismo puedo engañarme con eso.
Salí a caminar y otra vez hablé con tu madre, casi al borde de las lágrimas de nuevo, por alguna razón siento que me escucha, a pesar de conocernos mucho, y siento que le estoy agarrando cariño con cada charla que tengo con ella.
Hay muchas cosas que me gustaría contarte, muchos besos que aún no te di, muchos te amo que aún no te dije, pero tengo la esperanza de poder entregartelos en algún momento, solo espero que no dejes de amarme como yo te amo a vos, porque eso terminaría de romperme por completo.