Hoy al fin pude verte de nuevo, el miedo y la emoción se adueñaban de mi pero tenía que hacerlo. Me arreglé para vos y sali mucho más temprano de lo acordado, me quedé haciendo tiempo en la esquina solo para llegar a esa hora.
Al verte, me aguanté las ganas de decirte lo hermosa que estabas, no podía saludarte ni abrazarte por más que quería porque tenía miedo de que me gane el impulso de darte un beso en ese momento.
Debo admitir que me costó mantenerme sereno en esa charla, no podía verte a los ojos porque todavía me encantan, caí con todo mi amor en las manos y con la esperanza en el corazón de intentarlo de nuevo, no te das una idea de como se rompió al escuchar que eso ya no era posible.
Tuve que volver con todo el amor en las manos de nuevo, y aún me pregunto porque ya sabiendo eso sigo ilusionado con volver a encontrarte y conectar de nuevo.
Miles de preguntas invaden mi mente mientras leo de nuevo las notas que me escribiste, veo los regalos y las flores que me diste, y me pregunto que tan real era eso. ¿Que tan real era el futuro que planeabamos juntos?¿Que tan real era todo aquello que sentías?¿Era verdad o solo estabas confundida?
Ni siquiera pude pedirte un último beso de despedida, porque sabía que no sería real y eso solo me rompería más. Estoy derramando lágrimas dudando de si el último beso aquella noche en la que te deje durmiendo fue un beso de despedida de tu parte, o si ya me lo habías dado mucho antes.
No encuentro consuelo en este momento en ninguna parte, no encuentro como dejar de amarte, porque se que van a pasar los años y yo solo pensaré en volver a encontrarte, tal vez en algún momento lo olvide, pero espero que la vida pueda con vos volver a conectarme, para que todo ese amor que hoy me duele llevarme en las manos al fin pueda entregarte.
A veces la vida es injusta, luché por amor y te dió a vos un punto y final mientas a mí me dejaba con un punto y aparte, no me arrepiento de nada a pesar de que traté de no amarte, solo puedo desearte lo mejor, mientras recojo los pedazos de mi corazón esparcidos por todas partes.
Salí a caminar con mi mejor amigo, le conté de todas las dudas que me quedaron al volver a casa, de como me siento un desastre, trato de no caer, pero el golpe fue tan duro, que ya no soy tan fuerte como antes, me dejó tan lastimado, que siento que ya no puedo levantarme.