Desde que tiene memoria ha estado siempre solo.
Su madre era una persona muy ocupada. Desde que su padre falleció, ella se ha tenido que esforzar para mantenerlo. Pero él... necesitaba la atención de alguien, quizás necesitaba algo de atención por...
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El distanciamiento entre ambos fue claro, más porque (aunque él intento) Shouto no quiso ni acercarse a él, como si fuera un repulsivo ser al que Shouto no quería tener cerca jamás después de lo que pasó.
No lo admitiría, pero a veces se arrepentía de dos cosas. Una; haber besado a Shouto sin su consentimiento. Dos; enamorarse de él sabiendo que era el hijo de la pareja de su padre... Jamás debió sentir esa comodidad con el otro, no debió dejar que la “confianza” que le tenía al otro se fuera convirtiendo en amor… aquel sentimiento que él no quería cerca desde pequeño pero que Shouto logro crear en él luego de tantas semanas juntos, hablando, platicando, jugando y contándose todo, simplemente extrañaba esa comunicación que perdió por un simple error...
Se sentía muy imbécil, lo admitía. Sentía que por su maldito error Shouto jamás se acercaría a él, que ahora era como una enfermedad contagiosa que con un solo tacto podías enfermarte también.
Quizás si estaba enfermo... Enamorarse de alguien que podría decirse era prohibido para él era de lo más enfermo y egoísta que podía hacer, más sabiendo que su padre amaba a esa mujer más que a nada en el mundo.
¿Entonces qué podía hacer? ¿Solo debía olvidarlo? ¿Quizás buscar a alguien más con quién logré olvidarlo? No... sería muy estúpido de su parte.
Lo mejor sería dejar de pensar en él y distraerse con algo más, como sus videojuegos o algo, quien sabe...
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Estaba algo inquieto, quería sacarse a Shouto de la cabeza pero es que ¡Ah! El maldito crío se había ido hace un rato, casi daban la una de la madrugada y este no llegaba. Lo peor era que sus padres no estaban porque salieron de viaje, algo así como un cita fuera de la ciudad, o quizás más bien unas vacaciones.
¡Pero es que ese maldito crío no llegaba! ¿Le habría pasado algo? ¿Debería salir a buscarlo? ¡No! Eran sus problemas y no debía de importarle en lo más mínimo si algo le pasaba, él se lo busco por estar fuera a tales horas de la noche.
Estaba más que dispuesto de volver a su habitación, pero la puerta principal abrirse lo detiene de inmediato, girando su cabeza para ver al chico del que tanto pensaba entrar por ella, tambaleándose ligeramente y con la mirada en el suelo, llamando su atención de sobremanera.
