Desde que tiene memoria ha estado siempre solo.
Su madre era una persona muy ocupada. Desde que su padre falleció, ella se ha tenido que esforzar para mantenerlo. Pero él... necesitaba la atención de alguien, quizás necesitaba algo de atención por...
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Agradece internamente que por fin le dieran de alta en el hospital, dejandolo volver a su hogar junto a su familia, aunque era cierto que aún no podía volver a la escuela, debía mantener un reposo y el agradecía internamente que sea así, pues justo ahora no se sentía mentalmente bien para ser molestado por sus compañeros y/o alumnos de la escuela.
-Ve a descansar, si tienes hambre solo llámame ¿Okey? Te llevaré algo de comer -musita Rei, su madre, mientras le sonríe cálidamente.
-Esta bien, ma, solo quiero dormir un poco -Shouto habla suavemente, mientras le devuelve la sonrisa a su progenitora.
-Esta bien cariño, pero no olvides darte un baño.
Shoto asiente tímidamente, antes de caminar hacia las escaleras del segundo piso, escuchando las voces de su madre y Enji ir hacia la cocina, mientras otros pasos se escuchaban a sus espaldas, erizando su piel por ya saber de quien se trataba.
No dijo nada y solo siguió caminando hasta que ya ambos subieron a la habitación del heterocromático, Touya encargándose de colocar el pestillo a la puerta y recargarse en esta mientras miraba a Shoto frente a él.
-No me hablaste durante todo el camino -reprocha Touya, con un puchero en los labios.
Shoto lo observa directamente, parpadea un par de veces, antes de dejar salir una risa fresca, acercándose al mayor para dejar un beso en los labios ajenos, abrazándose a sus hombros.
-Estabas dormido, Touya -se burla el menor, mirándolo directamente con ternura.
-Bien pudiste despertarme -refuta el mayor, sosteniendo su cintura para pegarlo más a su propio cuerpo.
-Te veías muy lindo dormido, no iba a despertarte y más sabiendo que llevas días sin poder dormir bien -lleva una mano a la mejilla del mayor, y deja una caricia suave y cálida que hizo sentir bien a Touya.
-Estoy seguro que hoy dormiré como tronco -sonríe el mayor, dejando un beso en su frente-. Al fin te tengo aquí conmigo -besa los labios ajenos en un beso suave y duradero que aceleró el corazón de ambos, con un Shouto aferrándose a sus hombros y un Touya juntandolo a su entrepierna.
Shouto gime entre el beso, pero se aparta del mayor, quien lo mira directamente, confundido por su alejamiento.
-¿Qué ocurre? -Touya lo mira, mientras Shouto le sonríe suavemente.
-Iré a ducharme, Touya. Deberías ir a descansar, tú mañana deberás ir a la escuela a diferencia de mí -da unas palmaditas al rostro del mayor, quien solo frunce el ceño.
-Ni me lo recuerdes -espeta el mayor, cansado-. Joder, no podré verte durante ocho horas ¡Eso es tan cruel! -bufa molesto, mientras un puchero yacía en sus labios.
Shoto ríe divertido, antes de dejar un pico en sus labios y apartarse del mayor, con una sonrisa en los labios.
-Iré a ducharme, tu vete a dormir -dice, antes de darse la vuelta y caminar hacia su baño propio, escuchando a Touya tirarse en su cama, algo que solo le hizo sonreír de lado.
