Desde que tiene memoria ha estado siempre solo.
Su madre era una persona muy ocupada. Desde que su padre falleció, ella se ha tenido que esforzar para mantenerlo. Pero él... necesitaba la atención de alguien, quizás necesitaba algo de atención por...
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Touya estaba un poco emocionado y al mismo tiempo, nervioso. ¿La razón? Había decidido que ese día—aprovechando la ausencia de sus padres—haría suyo a Shoto. Había faltado a clases y le había pedido a Shoto que no llegase más tarde a casa, a lo cual no se nego aunque tampoco le gustó mucho la idea.
Decoro la habitación de huéspedes y ordeno estrictamente que los empleados se fueran antes de las cinco de la tarde. Todos estuvieron de acuerdo, y él paso un largo rato ordenando todo. Uso algunas sábanas blancas y decoró la habitación con algunos pétalos rojos y blancos, velas blancas y más cosas. ¡Quería que fuera perfecto para Shoto! Él se merecía eso y más.
Cerca de las 4:30 de la tarde le envío mensaje, y le pidió que llegara pronto, a lo que Shoto contesto con alguna afirmación positiva que llegaría pronto. Él aprovecho y fue a ducharse, se colocó una ropa ligera y sencilla—que no les moleste a la hora de sacarla—y espero pacientemente a que Shoto llegase.
Quizá tardo unos 20 o 30 minutos en llegar. Al hacerlo, él tan solo le pidió que fuese a darse una ducha antes de que fueran a comer algo que él mismo preparo. Shoto estuvo de acuerdo, he hizo caso a cada una de sus peticiones.
Él sirvió la comida y ambos comieron en silencio, hablando amenamente de ese día en especial, mientras que Touya se prepara internamente para no arruinar el momento.
- Oye Touya –le llamó Shoto con tranquilidad.
- ¿Mhm?
- ¿Por qué no fuiste hoy a la escuela? –preguntó extrañado, enarcando una ceja.
- Ah... tenía algunas cosas que hacer –musitó, continuando con su comida.
Shoto lo miró extrañado, pero solo asintió, de igual manera, continuo con su comida en silencio, antes de darse cuenta de la ausencia y la de los trabajadores.
- ¿Y los-?
- Les pedí que se fueran –dijo Touya con simpleza–. Hoy quiero que solo estemos tú y yo, sin nadie más interrumpiendo.
Shoto parpadeo pero al final asintió de acuerdo, sentía a Touya un poco ¿Raro? Muy pensativo quizá.
(…)
Sus ojos se abrieron como platos al observar la habitación de huéspedes. Pétalos, velas, incienso con olor a canela, algunas cosas más, pero todo era... hermoso.
Miró a Touya en busca de una explicación, mientras esté le evitaba la mirada avergonzado. ¡Lindo! Fue lo primero que pensó.
- ¿Por qué?...
- Quería que tu primera vez fuera especial –le explicó de la manera más sincera que pudo–. Quería que tuvieras un lindo recuerdo de ello, por eso quise hacer que todo esto fuera más lindo para ti –le confesó.
Shoto lo miró, y sonrió de lado. Camino de manera lenta hacia él y se colocó enfrente suyo; poso sus manos detrás del cuello del otro y se colocó de puntas para alcanzar sus labios, sorprendiendo un poco a Touya. Paso muy poco para que las manos del otro se colocarán suavemente detrás de su espalda y lo sujetara con cuidado para que no se aparte tan rápido.
