Abré la puerta de la casa, un poco más tranquilo, entrando con la mirada ligeramente agachada.
- ¡Por dios Shouto! ¿¡Dónde estuviste todo este tiempo!? –alzó la voz su progenitora, observandolo con desaprobación y al mismo tiempo preocupación.
Touya estaba detrás de ella, cruzado de brazos, con un rostro de igual forma serio y un poco preocupado. Se sintió mal por preocupar a su madre, creyó que nadie iba a darse cuenta que faltó a clases, pero parecía que su madre se había enterado.
- Yo... No me sentía bien... –respondió bajo, mientras cerraba la puerta y se acercaba hasta estar frente a frente con la mujer que lo trajo al mundo.
- ¿Por qué no me lo dijiste? –preguntó Rei, mirándolo preocupada.
- No quise preocuparte mamá, lo siento –agacho la mirada, sin ser capaz de ver a la mayor, ya que bien, mentirle de esa forma en realidad estaba siendo muy difícil.
- Pudiste avisarme a mí. –se quejo Touya, y él pudo darse cuenta del reproche en su tono de voz.
- No quise molestarte Touya. –fue lo único que le respondió, sin verlo o esforzarse por demostrar más interés, cosa que hizo fastidiar al otro.
Touya termino por irse de la sala de estar, dejándolos a ambos solos mientras él iba a su habitación.
- Me preocupas, Shouto. Te he notado mal, por favor hijo, puedes confiar en mí.
Bajo la cabeza, sintiendo sus ojos aguarse, su madre podía leerlo fácilmente y ahora mismo no había mucha diferencia, ya que en ese momento se acercó a él, y le abrazó suavemente, provocando que las lágrimas por fin se deslizaran de sus ojos.
- Y-yo... –su voz tembló, cerrando los ojos y dejando que sus lágrimas corran.
Necesitaba desahogarse, y su madre sabía entenderlo demasiado bien, así que solo dejó que está lo abrazará, mientras que las lágrimas huían de sus mejillas con impaciencia. Jamás creyó que iba a sentirse de esa forma solo por un amor primerizo, algo que desde un principio supo que no funcionaría, pero que fue capaz de arriesgarse a darlo todo y perderlo todo también.
- Hey, está bien, déjalo salir. No sé qué ocurrió, pero recuerda que siempre voy a estar para ti y cualquier cosa que necesites te apoyaré ¿okey?
Asiente torpemente, sorbiendo su nariz, apartandosé cuidadosamente de la mayor, quien acarició su mejilla con su mano suavemente, tranquilizandolo.
- ¿Quieres ir al doctor? –preguntó con suavidad la mayor, pero siendo negada su sugerencia.
- Está bien, me iré a descansar y mañana estaré mejor, en serio –murmuró el menor, tratando de calmar a la mayor, quien asintió suavemente.
- Vale, mientras prepararé algo para que comas ¿está bien?
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Hermanastros; DabiTodo
FanfictionDesde que tiene memoria ha estado siempre solo. Su madre era una persona muy ocupada. Desde que su padre falleció, ella se ha tenido que esforzar para mantenerlo. Pero él... necesitaba la atención de alguien, quizás necesitaba algo de atención por...