Desde que tiene memoria ha estado siempre solo.
Su madre era una persona muy ocupada. Desde que su padre falleció, ella se ha tenido que esforzar para mantenerlo. Pero él... necesitaba la atención de alguien, quizás necesitaba algo de atención por...
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No hubo duda, ¡Quería hacer suyo a Shoto! Y estuvo dispuesto a hacerlo en ese mismo momento, pero cuando el otro le confesó que sería su primera vez, no pudo hacerlo.
¿Por qué? Pues, en realidad, luego de saber que él sería la primera vez de Shoto, quiso que fuera algo especial he inolvidable, así que simplemente le dijo que sería en otro momento.
Shoto no se quejo, estuvo de acuerdo y las cosas transcurrieron con calma.
¡Deseaba a Shoto! Pero de verdad, quería demostrarle cuánto lo amaba y estaba dispuesto incluso a hacer que su primera vez sea inolvidable, quería enseñarle que él podía ser un mejor novio.
Todo se mantuvo con calma, nada fuera de lo común, habían besos y abrazos entre ambos, dormían juntos de nuevo y veían películas de vez en cuando. ¡Las cosas estaban bien sin duda! Y él prefería esperar un poco para hacer eso con su pareja.
- ¡Esto es emocionante! ¿No lo crees, Shoto? –la mujer albina le sonrió con tranquilidad.
Hoy era un día importante para Touya, jugarían contra la escuela Shiketsu en un partido de Voleybol, los ganadores se llevaría una copa para representar a la escuela, Touya era el líder del equipo, por lo que era el más interesado en el tema.
Habían muchos alumnos por todos lados sobre las gradas, las instituciones estaban divididas entre ambas escuelas, y él estaba en la fila #5, su madre y Enji habían decidido ir a verlo, estaban sentados junto a él.
Dió un sorbo a su refresco y dirigió su mirada a la cancha, los jugadores ya estaban calentando, he incluso, sus ojos se abrieron grandes cuando observó aquella cabellera pelimorada.
- *¿Shinsou?* –se preguntó así mismo.
Jamás le contesto las llamadas, y no volvió a saber de él desde aquel día, y ahora que lo veía, recordaba que aún debía devolverle su polo.
De nuevo su mirada viajo al ojiturquesa, parecía estar hablando con los demás chicos de su equipo, se notaba calmado y bastante seguro. Incluso, podía escuchar a varias chicas susurrar cosas sobre él, como que era bastante atractivo o que tenía un cuerpo espectacular y sexy.
Aquello le hizo arrugar el ceño ligeramente de manera inconsciente, apretando los dientes hastiado.
¿Por qué simplemente no paraban de hablar y se concentraban en el partido? ¡Habían más chicos ahí, no solo su hermanastro!
- Yo salí con él una vez, es muy bueno en la cama~
Parpadeó un par de veces incrédulo, mirando discretamente a las personas detrás suyo, un grupo de chicas muy lindas a su parecer.
- ¿Hablas de Touya-San?
- ¡Sí! Estuvimos saliendo por un tiempo y siempre le gustaba hacerlo a diario.
Arrugó el ceño ligeramente, volviendo su mirada al frente, apretando su puño con fuerza y mordiendose el labio inferior con fuerza por el coraje.
- Shoto ¿está todo bien hijo? –su madre poso una mano sobre su hombro con suavidad para llamar su atención.
