Desde que tiene memoria ha estado siempre solo.
Su madre era una persona muy ocupada. Desde que su padre falleció, ella se ha tenido que esforzar para mantenerlo. Pero él... necesitaba la atención de alguien, quizás necesitaba algo de atención por...
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Ya habían pasado dos meses desde que comenzaron a salir a “escondidas” de los demás, ellos quisieron creer que jamás nadie iba a enterarse, pero la realidad era que sus amigos se dieron cuenta casi al instante; ambos mantenían una relación tranquila y cariñosa. Besos, abrazos y risas era simplemente maravilloso, pero... Había un pequeño problema que había comenzado a notarse desde hace ya unos días.
Si bien, su relación era bastante linda, debía admitir que la falta de relaciones y sexo provocaba ciertos momentos muy incómodos entre ambos, ya que aún no habían llegado al punto de tener la confianza suficiente para llegar y tocarse o tentarse sin su aprobación, simplemente se notaba demasiada tensión entre ambos.
Dejaron de dormir juntos solo para que las cosas no se pusieran más incómodas, y lo peor de todo es que los besos y abrazos de antes eran menores luego de lo que estaba pasando. Hablaban, sí. Pero no era una comunicación realmente grande como antes la era, apenas intercambiaban miradas y entre ellas siempre había cierto reproche silencioso que se daba por no dar ese paso por fin.
¿Y por qué no lo daban aún? Fácil; Touya no quería llegar a esos momentos aún, y aunque él también deseaba hacerle el amor a su pareja, había algo de inseguridad en su persona, casi temiendo lastimar a Shouto, pues sabía que sería su primera vez.
Contrario a él, Shouto no entendía porqué Touya no quería tocarle o al menos ya, besarlo como antes y abrazarlo, extrañaba eso; dormir a su lado, ver películas juntos y besarse hasta que se quedarán sin aire. Pero ahora... No pueden ni mirarse sin siquiera sentir la tensión en el ambiente.
¿Por qué Touya no quería tocarlo? ¿Era desagradable su cuerpo? ¿Quizás no le era atractivo? ¿No le parecía atractivo? Tal vez, después de todo... A Touya le gustaba más una linda chica con senos y curvas que el otro pudiera disfrutar de tocar. Él no tenía nada de eso, ni siquiera podía considerarse atractivo y mucho menos sensual como para atraer a su pareja, entonces era culpa suya aquella tensión...
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- Terminé. –murmuró Shouto, levantándose de su lugar con cierta rapidez que llamo la atención de los adultos y de su pareja.
- ¿No comerás más, cielo? –preguntó la mujer un tanto preocupada, pues que digamos el chico no se había alimentado bien últimamente.
