Katherine nunca creyó que este sería su futuro; con ella siendo una de las modelos más reconocidas del país, pero su vida no siempre estuvo rodeada de glamour y luces; hace mucho tiempo lo único que la rodeaba era el campo y la única luz que tenía e...
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KATHERINE
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Estaba temblando y la ansiedad poco a poco me controlaba; estábamos a pocos minutos de salir al aire y creo que jamás me había sentido tan nerviosa, excepto cuando estaba embarazada de Rebecca, pero es que, en verdad, tenía demasiado miedo de que algo resultara mal.
- Deja de temblar, girasol, que me pones nervioso a mí también – se quejó Asher
- Esto es una mala idea
- Estaremos bien
- Siento que voy a vomitar – dije apretando los puños y Asher tomó mis manos entre las suyas para tranquilizarme
- Todo irá bien, solo serán algunas preguntas y luego podremos regresar a casa con nuestra hija – Asher me sonrío con dulzura y eso también me hizo sonreír
Tal vez jamás lo comprendería, pero Asher tenía una extraña habilidad para calmar mis nervios; solo le hacía falta sonreír y eso me derretía por completo; en el pasado, solía tenerle miedo a todo y como no conocía nada del mundo, no estaba lista para enfrentarlo, pero ahora las cosas eran diferentes, yo ya no era frágil ni sumisa y mucho menos cobarde; ahora era capaz de enfrentar lo que sea que estuviera ahí para hacerme daño y ya no tenía que hacerlo sola.
- ¡Cinco minutos y entramos al aire! – gritó alguien del equipo de producción y de inmediato nos guiaron frente a las cámaras
Asher y yo nos sentamos en un largo sofá de color crema y justo a nuestro lado en otro pequeño sillón, se sentó la reportera que Brenda había elegido para hacernos las preguntas; mis nervios poco a poco volvieron a aumentar y Asher simplemente tomó mi mano entrelazándola con la suya y volvió a sonreírme.
- Respira y sonríe, no olvides el plan – susurró Asher en mi oído y después nos giramos para saludar a la reportera
En menos de lo que pensé la trasmisión salió al aire y en cuanto nos dieron la señal, sonreí ante las cámaras cómo solía hacérselo en cada entrevista y Asher me imitó, sin soltar ni un segundo mi mano.
- ¡Bienvenidos! ¡Hola, San Francisco! – exclamó la reportera con una gran sonrisa – Hoy tenemos con nosotros a dos invitados sumamente especiales; el mundo los conoce, San Francisco los ama; Asher Hunt y Katherine Irons; bienvenidos chicos – dijo mirándonos directamente y mi sonrisa aumentó
- Es un gusto estar aquí – respondió Asher con una sonrisa brillante y apreté su mano ligeramente antes de saludar a la reportera frente a las cámaras
