Katherine nunca creyó que este sería su futuro; con ella siendo una de las modelos más reconocidas del país, pero su vida no siempre estuvo rodeada de glamour y luces; hace mucho tiempo lo único que la rodeaba era el campo y la única luz que tenía e...
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ASHER
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Los últimos días habían sido todo un caos, pero francamente no cambiaría nada; me encantaba esta nueva oportunidad que me había dado la vida y estaba disfrutando cada segundo; pero el sueño que tuve anoche, me hizo darme cuenta que todavía tenía mucho que compensar.
Soñé con el futuro que pudimos tener si tan solo no me hubiera marchado dejándola atrás; soñé cómo hubiera sido nuestra vida y tengo que admitir que, aunque fue un sueño hermoso, también me causó un gran dolor.
Yo hubiera estado jugando profesionalmente, justo como ahora, pero la diferencia es que no habría estado solo; soñé con ella, esperándome con un sonrisa en los labios y los brazos abiertos después de cada entrenamiento; soñé que volvíamos juntos a casa y la escuchaba reír mientras jugaba con nuestros hijos, porque sin duda, habríamos tenido varios de ellos y después, cuando nuestros hijos estuvieran dormidos, la tendría en la cama, sonriéndome con dulzura mientras la hacía mía y entonces mi día acabaría de la mejor forma y cerraría los ojos siendo completamente feliz al tenerla en mis brazos.
Había perdido ese futuro por miedo y estaba arrepentido, pero ahora que tenía una segunda oportunidad, no lo echaría a perder; daría todo de mí para hacerla feliz a ella y a nuestra hija; ya no me asustaba hablar de un futuro a su lado, porque estaba seguro que ella era mi hogar y no tenía ninguna duda de que, en algún momento, ella llevaría mi anillo en su dedo y mi hijo en su vientre.
Me giré para mirar a Katherine dormir y honestamente era incapaz de apartar la mirada; ella estaba a mi lado, pero el miedo de que se marchara seguía latente en mi pecho; ella y nuestra hija eran mi mundo; ambas eran lo más importante en mi vida y tenía demasiado miedo de volver a arruinarlo y perderlas para siempre, porque si eso sucedía, nada tendría sentido.
- Una foto duraría más... - murmuró Katherine abriendo los ojos muy despacio para acostumbrarse a la luz
- Te ves preciosa – respondí y ella sonrío antes de abrir los ojos por completo
Sujeté su cintura atrayéndola hacía mí y ataqué sus labios besándola con necesidad; un suave gemido escapó de su boca y mi lengua aprovechó para entrar en su boca a lo que ella no tardó en responder; su boca me retaba y me llevaba al límite; mordí su labio apretando el agarre en su cintura y ella se colocó sobre mí mientras mis manos subían por debajo de su fina camiseta; su piel era suave y ella era tan sensible que se erizaba con cada caricia; su cuerpo respondía a mí y eso me encantaba.
Nos separamos por falta de aire y entonces la vi ahí; sentada sobre mí, con los labios rojos e hinchados y el cabello desordenado; se veía preciosa, con ese pequeño pijama que usaba y con el que jamás la habría imaginado; todavía había momentos en los que me costaba creer que ella estaba aquí, viéndose tan diferente a cómo lo fue en el pasado, pero en parte era gracias a ese cambio que podía aferrarme al presente, porque al final, nuestro pasado tenía que quedar atrás si deseábamos construir un futuro.
