ASHER
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Cuando la vi salir con aquel vestido, me quedé paralizado; se veía hermosa, tan hermosa que me costaba creer que fuera real; Katherine siempre había sido preciosa, pero ahí arriba se veía impresionante, casi cómo un sueño y no pude evitar imaginarme cómo se vería con un vestido de novia, avanzando hacia al altar en dónde yo estaría esperándola.
La verdad es que jamás imaginé casarme con alguien; nunca consideré el matrimonio como algo que deseara, pero ahora mismo era en todo lo que podía pensar; deseaba hacerla mi esposa, quería gritarle al mundo que esa mujer hermosa y dulce estaba a mi lado, deseaba poner un anillo en su dedo y luego pasar semanas sin apartarme de ella.
Tal vez muchos dirían que solo la deseaba, pero eso es porque no conocían nuestra historia y mucho menos nuestros sentimientos; el amor que había entre nosotros era intenso y fuerte; iba más allá del tiempo, la distancia y las diferencias, no importaba que sucediera, estábamos hechos el uno para el otro y eso era algo que nadie podía atreverse a negar.
Cuando Katherine giró alejándose lentamente miré a mi pequeña hija que tiraba de mi brazo buscando mi atención y sonreí, ella me miraba con un brillo impresionante en sus ojos y una sonrisa enorme en su rostro; se parecía demasiado a su madre, tanto que muchos ojos curiosos que nos rodeaban eran incapaces de disimular su asombro, pero no quería prestarles atención a ellos, así que solo concentré mi atención en mi hija.
- ¡Mamá se veía hermosa! – exclamó sin dejar de sonreír y francamente se veía bastante impresionada - ¿Crees que seré así de bonita cuando crezca? – preguntó tomando mi mano y eso aumentó mi sonrisa
- Serás mucho más bonita, corazón; ya lo eres – dije tocando su nariz haciéndola reír – Preciosa como tu madre y astuta como yo
Me encantaba escuchar la risa de mi hija y me fascinaba verla feliz; ella era hermosa, fuerte, inteligente y valiente; era lo mejor de nosotros dos; era mi pequeña niña y me encargaría de proteger su sonrisa cada día de mi vida, así como me aseguraría de hacer feliz a su madre hasta dar mi último aliento.
Cuando el desfile terminó, tomé la mano de Rebecca y me dirigí al salón principal en dónde se celebraría la gala y me mantuve alerta, actuando como lo hacía cada vez que acudía a algún evento como este; la verdad es que en el mundo de la fama todos ocultan quienes son y mantienen las apariencias como si fueran lo más importante y por más que odiara admitirlo, la realidad es que así era, porque al final, cuando estás en la cima, si dices la verdad, siempre habrá alguien buscando la forma de hacerte caer y eso no podía permitirlo, mucho menos ahora que tenía una familia que proteger.
Los secretos de mi pasado y del pasado de Katherine eran complicados; muchos reporteros no dudarían en aprovechar esa información para su beneficio y volverían nuestra vida un tormento; para ellos sería una simple noticia, pero para nosotros sería un desastre y por eso era necesario mantener las apariencias; por nuestro bien y el de nuestra hija.
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SECOND HALF
RomanceKatherine nunca creyó que este sería su futuro; con ella siendo una de las modelos más reconocidas del país, pero su vida no siempre estuvo rodeada de glamour y luces; hace mucho tiempo lo único que la rodeaba era el campo y la única luz que tenía e...