Bela Sainz es una chica muy especial, toda su familia adora con todo su corazón y por eso siempre han intentado hacerla sonreír, sobre todo desde aquel accidente. Amante de la fotografía, su deseo es encontrar un trabajo donde pueda hacer eso que ta...
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Carlos Sainz
Viernes 29 deseptiembre de 2023. Madrid, España 📍
Papá miraba el reloj cada cinco minutos, estaba nervioso y se notaba. Todos nos encontrábamos listos para salir, a excepción de Bela, quién aún no había bajado de su habitación.
En cuanto ella bajará de su habitación, nos iríamos directos al ayuntamiento donde tendría lugar el acto en conmemoración por el cumpleaños 60 del padre de Bela, es decir mi tío. A este acto no iríamos todos, mis padres, mis tíos, Charles, Bela y yo seríamos los únicos que iríamos.
La idea principal era que mi padre y mi tío subirían a recoger el premio, pero ambos le pidieron a Bela que fuera ella quién subiera al escenario. Aquel cambio de planes solo había producido nervios en Bela.
— Wouh — oí que susurraba Charles a mi lado.
Aquel susurró no pasó desapercibido por ninguno de los presentes. No tardamos en encontrar el culpable del mismo. Bela se encontraba bajando las escaleras con aquel vestido que le quedaba perfecto.
Iba guapísima y la reacción de Charles noa hizo saber que él opinaba lo mismo.
— ¿Voy bien? — preguntó dudosa cuando llegó hasta nosotros.
Bela dio una vuelta sobre sí misma para que pudiéramos ver todos los lados de su look.
— Estás preciosa enana — dijo el tío Antonio acercándose a ella para abrazarla.
Cuando llegó el tío y su mujer, Bela aún se encontraba en su habitación preparándose por lo que no había tenido la oportunidad de verlos hasta ahora.
— ¿Nos vamos entonces? Habrá que ir a recoger el premio — dijo con una gran sonrisa.
Nos dividimos en dos coches, en el coche del tío fueron mis padres y mis tíos, y en mi coche fuimos Charles, Bela y yo.
Bela estaba nerviosa y aunque intento disimularlo, no lo consiguió. Charles debió notarlo al igual que yo lo hice. Intentamos hablar de cualquier cosa para hacer que la mente de Bela de despejará.
La conexión que tenían ambos era demasiado especial. Ayer, toda la familia de pudo dar cuenta de ello. Aunque estoy seguro de que cualquier persona que esté cerca de ellos un par de minutos se daría cuenta. Sabía que eso iba a traerles problemas con la prensa, pero los conocía y si lo que sentían el uno por el otro era tan real como parecía lo superarían juntos.
— ¿Os parece que después del acto vayamos a conocer Madrid? Podríamos comer por el centro — propusé
— Mientras estemos en el restaurante puntales, podemos hacer lo que queráis — dijo Bela con una sonrisa
