Parte 4

62 9 1
                                    


Palacio de Hades

— ¡¡Hades!! ¿¡Qué rayos crees que le haces a mi Pecabeth!? —Afrodita entro al palacio furiosa, el dios la miró alzando una ceja

— Lo mejoro

— ¿¡Cómo rayos crees que lo estás mejorando!? —la diosa hacia ademanes con las manos remarcando su enojo

— Quito al engendro de Atenea de enmedio—dijo alzando los hombros

— ¿¡Tú qué ganas con esto!? —Hades la miró ya algo molesto

— Afrodita cuida como me hablas, recuerda que estás en mi reino—la diosa respiro profundo— y contestando a tu pregunta. Mi hijo ama al mocoso de Poseidon

— Por qué crees que cambiando sus cuerpos Percy va a sentir algo por tu niño para nada atractivo—Hades se levantó de su trono y todo el palacio tembló

— No te permito que hables de mi hijo de esa manera

— Hades ¡te estás metiendo en mi territorio! Los dioses no podemos interferir con los humanos, menos si son nuestros hijos

— Tu interferiste en la vida amorosa de ambos chicos

— Es mi territorio, tengo el derecho

— Y alguien me ayuda de tu territorio así que técnicamente yo no hice nada

— ¿Cuál de mis hijos te está ayudando? ¿Cupido? No... Lo odias demasiado por Croacia... Anteros... Maldito niño del demonio—Hades se rio y se sentó de nuevo en su trono

— Siempre te ha gustado el drama, siéntate y disfruta la función

— ¡Le diré a Persefone!

— Dile, ella shippea a ambos jovenes y de hecho está ayudando, así que detente Afrodita, no querrás que vayamos a la guerra, recuerda que en este caso tengo a Atenea de mi lado

— ¡No permitiré que cumplas tu objetivo!

— Afrodita, fui contra Demeter por amor a Persefone ¿qué crees que haría por mi hijo? —la diosa apretó los puños muy enojada

— Esto no se quedará así—dijo antes de desaparecer en una brisa de perfume

Percico de LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora