Parte 21

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Nico y Percy habían subido al autobus, estaban sentados en medio miles de flores con el clima prendido

— Me voy a deshidratar antes de llegar a Kentucky—se quejó Percy tratando de hacerse aire con las manos

— Te explicaría como bajar la temperatura del ambiente, pero eso mataría a las flores y muy probablemente a nosotros en el camino—Percy asintió con la cabeza suspirando

— Hablemos entonces, distraeme de este infierno... Dioses—Nico trató de pensar de que hablar

— ¿Cómo está tu hermanita? —Percy sonrió de inmediato en cuanto mencionó a Stelle

— Oh Nico es todo un caso, la adoro, nunca creí que sentiría esto por un ser humano. Daría mi vida por hacerla feliz ¡es increíble! —Nico no pudo evitar sonreír también al escucharlo— le gusta ver buscando a Nemo, la vemos cada que llego a casa, mamá le compró una pijama de Nemo y oh dioses—se tomó la cara con las manos— ¡se ve tan hermosa! ¡¿Sabes que su primera palabra fue Percy?! Oh yo sentí que moriría de felicidad cuando la escuché—el menor sintió ternura al escuchar a Percy hablar así de su hermanita, aunque no tenía idea de cuantos años debía tener ahora la niña imaginaba que alrededor de dos

— Se ve que la adoras—Percy asintió con ganas mirando las flores

— Me alegra que mamá pueda tener una nueva oportunidad de cuidar un bebé sin preocuparse de los monstruos y teniendo un buen esposo... No como el maldito de Gabe—Nico sonrió de lado

— Sabes... Conozco a un Gabe de los campos de castigo, me gusta ir a ver su penitencia, tiene que ser la criada de su hijastro y de su esposa—Percy se volteo de golpe mirando al chico, nunca había pensado en lo que le había pasado al alma de su padrastro, pero era lógico que cayera en los campos de castigo— según escuché fue juzgado de manera especial, Poseidon le pidió un favor a papá de juzgar él su alma... No tuvo piedad, cada vez que se equivoca en alguna de sus tareas la ilusión se desvanece solo para que se encuentre con la cabeza de Medusa y se convierte en piedra un par de horas antes de reiniciar todo—Percy sonrió con más ganas, sabía que no debería alegrarse del dolor ajeno, pero ¡dioses! Gabe se había atrevido a mucho y había hecho sufrir a su madre por años así que ¡se lo merecía!

— Gracias Nico—tocó el pétalo de una rosa que tenía cerca, el pétalo se hizo ligeramente vino, se apartó de golpe— ¿Dónde estaremos? El poder de Persefone flaquea—Nico alzó los hombros

— Ya debemos estar por Arkansas entonces... Aunque para eso debemos ser casi tan rápidos como... —se levantó de golpe y trató de buscar algún símbolo debtro del camión, suspiró quitando una flor de la pared y le enseñó a Percy un caduceo pintado

— Hermes... Estamos viajando por mensajería divina—eso le revolvió un poco el estómago, pensar que viajaban a miles de kilometros por hora... No era una imágen que deseara en su cabeza

— A este ritmo llegaremos a México en veinte minutos más o menos, las flores no van a necesitar que yo las riegue... —susurró lo último, ahí había gato encerrado, si no estaba ahí para ayudar a la diosa ¿por qué los había ayudado?

Estaba por decirle aquello a Percy cuando un crujido los sacó a ambos de sus pensamientos, tan pronto como reaccionaron el techo del camión fue arrancado dejando ver a un enorme animal, la parte delantera era de un águila gigante mientras que la parte trasera era de un león

— ¿¡Un maldito Grifo!? —gritaron ambos

Percico de LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora