Parte 8

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Nico despertó sintiéndose descansado por primera vez en muchos años, había tenido un sueño maravilloso con la señora Jackson, él sabía que aquello era un recuerdo de Percy, pero en verdad se había sentido tan real que por una vez experimentó lo que era tener una madre. Y no que él no tuviera, pero simplemente casi no recordaba a Maria di Angelo, él había sido muy joven cuando ella falleció y luego el Lete se llevó casi todo.

Pero aquel sueño había sido muy vívido, fue casi como si estuviera pasando en verdad.

Había estado sentado en la mesa frente a un pastel de un excéntrico color azul mientras varias personas le cantaban feliz cumpleaños, pero él solo podía ver a Sally Jackson, la mujer sonreía haciendo que su rostros tuviera algunas arrugas que le quedaban perfectas, hacían su rostro más amable si es que eso alguna vez fuera posible

Luego había pedido un deseo "Que mi madre sea feliz" y sopló las velas, aquel pensamiento, aunque no suyo, se sintió muy acertado. Sally Jackson merecía el Olimpo entero y Nico no pudo estar más de acuerdo.

Se encontró cuestionando qué hubiera pasado si su madre hubiera sido aquella increíble señora ¿Habría aceptado ir al inframundo con tal de salvarlos? Imagino que si y que ella encontraría alguna manera de hacerlo ver como el Olimpo

.

Para cuando despertó tenía una ligera sonrisa en el rostro, ni siquiera pudo pensar en que tal vez Percy había accedido a alguno de sus recuerdos, no le importó.

Se metió al baño a darse una ducha antes de seguir el camino, apenas notó que el collar que Anteros le había entregado había cambiado un poco, ya no era un capullo completamente cerrado, un par de pétalos se habían abierto.

Percico de LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora