Parte 14

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Maldijo el estúpido cerebro de Percy y sus estúpidas ideas, porque estaba seguro de que aquel plan tan tonto no debía ser de parte de él. Era el maldito cerebro del seso de alga o el hambre que amenazaba con comerse a su ya nulo cerebro

Pero para salvar su orgullo interno, prefería pensar que era culpa del cambio de cuerpos, estaba seguro de que de haber estado en su cuerpo para empezar ¡no estaría teniendo estos problemas! Principalmente porque él habría sido quien se quedará en la superficie

Revolvió su cabeza un poco tratando de volver a la realidad, aquel cerebro se distraía con mayor facilidad que el suyo ¿será que el TDHA de Percy era peor que el suyo?

Tuvo que volver a concentrarse, miro a Ran que parecía haberle dicho algo, aunque debido a su delirio interno no la escucho

— Tienes una gran colección ahí ¿verdad? —la diosa miró la red y sonrió orgullosa de ella, había acertado en su primera suposición, la diosa era una acumuladora

— Lo es, todo lo que cae al mar lo encuentro y lo hago parte de mi colección ¡tengo de todo! Hasta la parrilla de un auto—dijo como si aquello fuera algo bueno de encontrar en el mar, por una parte, sintió nauseas de lo que los humanos le hacían a la naturaleza y por otro no tenía tiempo para pensar en eso

— ¡¿En serio?! Es increíble, pero eso es muy fácil de encontrar aquí, dudo que tengas dracmas o dólares, esos se los deben de quitar los otros dioses—bien, molestar a un dios no era inteligente, toda su alma le gritara que dejara de hacerse el idiota y que no provocara a la diosa que lo tenía agarrado, pero de nuevo, era la única buena idea… bueno la única idea en general.

— ¡¿Qué dices?! Eso es lo más fácil de encontrar—rebusco en su red, al momento de hacerlo su concentración flaqueó y Nico se liberó del agarre sin hacer ruido.

Una vez que la diosa reunió unos veinte dracmas y alrededor de doscientos dólares en la red, Nico sacó a contracorriente y quitó la tapa, una vez que tuvo en su mano una espada cortó la red de la diosa tomando el dinero y acto seguido nadando lo más rápido posible de regreso a Percy, trató de pensar en el agua como si fuera una extensión más de él para que esta le ayudara a ir más rápido, la diosa gritaba detrás de él y sintió el poder emanar de ella.

Si, definitivamente hacer enojar a una diosa no era nada inteligente.

Percico de LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora