El baño había sido un momento muy especial para Jun Wu y Hua Cheng, pues habían logrado derretir sus barreras en el agua caliente y besos húmedos por doquier. Una vez que salieron de la bañera, ambos se miraban furtivamente mientras se secaban para vestirse y tener aquella cita que ambos deseaban.
El menor fue el primero en irse a la habitación para arreglarse, pero se encontró con que, al ser llevado por la “fuerza" a aquel sitio, no traía ropa limpia, así que abrió el armario y tomó una de las camisas del empresario para ponérsela y aventarse a la cama boca abajo en lo que el otro lo alcanzaba.
La visión con la que se topó la mirada obsidiana fue exquisita gracias al ingenio del azabache, robando una risa divertida a Jun Wu, nunca podría aburrirse con ese chico revoloteando alrededor.
— Hua, ¿no crees que es de mala educación usar la ropa de otro sin preguntar y encima acostarte así en su cama?
Hua Cheng no pudo evitar contagiarse con el humor de su amante y giró lentamente para quedar de lado y observar a Jun Wu con una expresión coqueta.
— Es de peor educación raptar a un inocente chico, hacerle el amor hasta desfallecer, matarlo de hambre y, por si fuera poco, no tener ropa para su hermoso cuerpo.
El empresario estalló en carcajadas y se acercó a él dándole una nalgada sonora que creó un ambiente de complicidad que cada vez se hacía más continuo entre ellos.
— ¿Ahora si tienes apetito?
La seriedad de Jun Wu era evidente, no quería pasar de nuevo por la angustiosa sensación de que el pianista se desvaneciera entre sus brazos o vomitara cualquier alimento.
— Claro, con tanto ejercicio, sería raro no tenerla.
— Hua, ¿qué enfermedad es la que te aqueja? Podemos buscar a los mejores médicos y...
El menor tomó una de las almohadas de la cama y la aventó directo a la cara de su acompañante levantándose de la cama malhumorado para salir de la habitación con el semblante gélido que pocas veces utilizaba delante de Jun Wu.
El empresario se hubiera molestado en otro momento por ser interrumpido de esa manera, pero esta vez solo salió detrás del músico y lo abrazó por la espalda susurrando a su oído.
— Solo quiero ayudar.
— No necesitas hacerlo.
— ¿Y si te pierdo?
— Entonces aprovecha el tiempo que tengamos a nuestra disposición.
Esas últimas líneas fueron como una cubetada de agua helada para quien había preguntado en un inicio, sin embargo, solo apretó los labios, estrechando más la cintura ajena.
— Te lo advierto, no te dejaré escapar tan fácil.
— Mi vida corre más rápido que tú.
— Eso lo veremos...
Jun Wu giró el cuerpo que tenía aprisionado y atrapó la barbilla del otro para besarlo con unas ansias que jamás había experimentado, se negaba a soltar a la persona que le había devuelto las emociones y el alma al cuerpo. Lo levantó haciendo que el menor lo abrazara con sus cuatro extremidades, aferrándose con la fuerza necesaria que lo hizo comprender que era correspondido, aunque ambos se negaran a indagar sobre qué significaba eso. Una vez que ambos se quedaron sin respiración, la mirada carmesí cayó sobre la más oscura, totalmente transparente, reflejando diversas emociones que ni siquiera el mayor lograba discernir.
— Hambre...
— Eres el espécimen más raro que he encontrado...
— Entonces aliméntame y vísteme. ¿O quieres que luzca mi agraciada figura ante los ojos de todos?
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JunHua. La melodía que envuelve el misterio
FanfictionJun Wu, un prominente empresario en el mundo de la farmacéutica, vivía en el constante agobio del trabajo, sin una vida personal que realmente valiera la pena. Su límite llegó justamente cuando el estrés fracturó su salud y los médicos solicitaron q...