El espectáculo ya había sido demasiado para Hua Cheng, sabía que él también había provocado esta locura, pero ver a Jun Wu besando a su amigo de la infancia lo incomodó terriblemente. Se disculpó con todos, incluyendo a Xie Lian y le pidió las llaves de su auto a He Xuan para desaparecer de ahí, en todo ese movimiento, los ojos obsidiana solo seguían al joven, pero en profundo silencio.
Cuando el mayor pensó que ahora si podría hablar a solas con el otro, su brazo fue detenido por Mei Nian Qing, quien lo observaba ligeramente sonrojado, así que solo tragó saliva, sabía que lo que había hecho minutos antes había estado muy mal pero no podía hacer nada por resarcirlo en ese momento.
— Mei, ya vimos que esto está por terminar, ¿qué tal si vamos a mi casa?
Los ojos claros se ensancharon naciendo una sonrisa en sus labios mientras asentía, el médico se sentía cercano al otro en ese momento e invitarlo a casa solo era una clara forma de decirle que la intimidad entre ellos seguía, al menos para Mei.
— Claro, vamos Jun. Me alegra que ya no te veas tan enojado como esta mañana, después de todo, parece que fue un lindo evento.
Claro, el empresario ya no estaba molesto por este visible reto por parte de Xueyu Tanhua, ahora se sentía intranquilo porque no sabía cómo manejar las cosas con el otro y además había tragado demasiado vinagre con la actriz que parecía cercana al pianista.
Ambos se dirigieron al coche, pero Jun Wu de nuevo iba perdido en sus pensamientos, solo haciendo ruidos de comprensión como si estuviera escuchando lo que su acompañante decía, pero realmente no fue así. En el estacionamiento, vieron a lo lejos al azabache discutir con Xie Lian, no escuchaban lo que pasaba, pero era obvio que la mujer se había quedado llorando mientras que el otro subió a su vehículo y se retiró de ahí.
Un oscuro pensamiento nació en la mente del farmacéutico, así que le pidió a Mei que subiera al coche y lo esperara, así fue como se acercó a la fémina que terminaba de secar sus propias lágrimas con un delicado pañuelo.
— No quisiera meterme, pero creo que no se siente bien.
Los ojos color miel observaron a Jun Wu con vergüenza, no quería que nadie la viera así, pero solo se relajó y regaló una de sus sonrisas bien estudiadas como actriz para contener un poco sus emociones.
— No se preocupe, estoy bien. Solo estoy esperando a mi taxi.
— Entiendo, pero mejor la llevamos mi amigo y yo, ahora la inseguridad puede ser un tema preocupante.
Xie Lian quería negarse, pero el mayor parecía muy amable y la guio a su auto antes de que ella se diera cuenta, agradeciendo una y otra vez el aparente gesto gentil del otro. Se acomodó en el asiento trasero mientras Mei le hacía la plática y eso permitió que el empresario pudiera dirigir sus pensamientos hacia dónde deseaba.
Una vez llegado el momento, dejó a Mei en su pent-house y le planteó al médico que llevaría a la mujer a su apartamento, pero no podía perder la oportunidad, así que le ofreció ir a comer antes de eso, a lo que Xie Lian no se negó debido a que no quería estar sola o lloraría de nuevo por la indiferencia de Hua Cheng.
— ¿Le gusta mucho este restaurante? ¡También es mi favorito!
La chica parecía más relajada al lado de Jun Wu, tomándolo por el brazo y hablando de cualquier cosa, algo que lo hizo sentir cómodo, aunque comprendió por qué el azabache huía, pues siempre parecía ajeno al mundo en general. La invitó a sentarse en una de las mejores mesas y pidió un vino exquisito para compartir durante la comida.
— Dígame señorita, ¿cómo puedo dirigirme a usted?
— Me llamo Xie Lian, pero puede decirme Lian. ¿Podemos dejar las formalidades de lado por favor?
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JunHua. La melodía que envuelve el misterio
Fiksi PenggemarJun Wu, un prominente empresario en el mundo de la farmacéutica, vivía en el constante agobio del trabajo, sin una vida personal que realmente valiera la pena. Su límite llegó justamente cuando el estrés fracturó su salud y los médicos solicitaron q...