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Dalisha

Si las personas se enfocaban un máximo tiempo en algo, estaban destinados a no recibir eso que tanto querían en el momento, pero, sí dejabas de prestarle atención, ni bien empezabas a hacer otra cosa, a prestarle atención a otra cosa, te espera la gran sorpresa de que eso ya estaba listo para ti.

Largos meses pasaron, esos que parecían un ciclo, eran tan lentos que te estresaba el echo de que no pasaran.

Ella, no había despertado aún, y el, seguía anhelando que abriera los ojos, Mateo y los demás, habían perdonado a Izan por irse, entendían que no quería perder a su familia, y también entendían que el no tenía la intención de hacerle daño...

Ella, llevaba un año en coma, las esperanzas eran más cortas y la vida empezaba a tornarse gris, ese fatídico color que apagaba las vidas de todos, que se llevaba la fe y la esperanza.

Sus rasgos empezaron a cambiar, su tono de piel ahora pálido, estaba más delgada, las heridas ya se habían borrado, aquellos rizos que le encantaba cuidar y que eran su mayor fuerte, ahora estaba envuelto en un moño que ella odiaría y que yo se lo había echo.

Estaba sentada en uno de los sillones haciendo mi trabajo final, ya había pasado a sexto, y los trabajos eran mas pesados, me había enterado de que Noelia, había también llegado a sexto, pero su proyecto estaba en pausa.

Los maestros decidieron terminar su ultimo semestre con nota alta, ya que no había fallado ninguno de sus proyectos y era una de las mejores de la clase, si despertaba, iba a estudiar su ultimo año y podría graduarse. Yo seguía esperandola, al igual que todos...Pero había alguien que no dejaba de anhelarla.

_Quieres algo de comer_le pregunté a Izan. Quién estaba pegado del celular al lado mío.

_Si invitas tu me apunto._me dedicó una corta mirada.

_Jaja_ironice.

_Ya vuelvo_dije dejando mis cuadernos de lado.

******

Al volver con las bolsas en mano, mi atencion se dirigió a los chicos que estaban dando vueltas en el pasillo.

_Hey!_los salude_Amor, no estabas trabajando?_Le pregunte a Samuel.

Este se acerco a mi y me dio un corto beso, sus ojos mostraban un brillo de felicidad.

_Despertó_dijo sosteniendo mi cara en sus manos.

Mi sonrisa se borro y mi corazón empezó a latir de una manera inexplicable.

_De qué hablas?

_De ella! Noelia despertó.

Mis ojos se cristalizaron, deje las bolsas a un lado y entré a la habitación, donde estaban Mateo, Selene, Izan y tete.

_Que estoy bien_dijo una voz femenina que hacía mucho tiempo no escuchaba_Qué haces con eso?

Me acerque para verla mejor y vi que le hablaba al doctor.

_Noelia..._susurre.

Todos voltearon a mirarme al igual que ella, quién me miraba confundida.

Me acerque a ella y la papachurre en mis brazos, deposité besos por toda su cara haciendo que se riese a carcajada.

_Jajajajajajaja, no, ya basta!_dijo aún riendo.

La deje respirar y me puse de pie.

_Dai_me llamó Selene.

En su voz note algo de tristeza y preocupación.

Lo que no fuimos Aquel díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora