capítulo nueve: fearless pt. 2

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"Ha llegado a su destino."

Francisco sonríe emocionado al mismo tiempo que Esteban echa un vistazo a su alrededor confundido. Se encuentran a tan solo cinco minutos de la clínica, pero el mayor nunca había venido nunca a este lugar. Le llama la atención la cantidad de familias que pasan por la vereda, pero le llama aún más la atención que no ve ningún lugar donde les ofrezcan comida.

— ¿Donde se supone que vamos a comer?

Francisco lleva su mano a su pecho, fingiendo indignación. — ¿Como que donde vamos a comer? Esteban Antonio Kukuriczka, ¿acaso no ves el hermoso parque por mi ventana?

Esteban solo puede decir tres cosas: Primero, su segundo nombre no es Antonio. Segundo, ¿donde aprendió Fran su apellido. Y por último, ¿a que se refería con parque?

— Por supuesto que veo el parque. ¿Que tiene que ver el parque con nuestro almuerzo?

Fran suelta una risa y le da una palmada juguetona en el brazo. — Eres muy torpe a veces —, Esteban queda boquiabierto. ¿Que hizo para merecer tal comentario? — Vamos a hacer un picnic, tontito.

Esteban se queda en silencio, esperando a que Fran se ría de nuevo y le diga que es otra de sus bromas de mal gusto, pero el menor hace todo lo contrario; toma su mochila, la cual había recostado en el piso y comienza a salir del auto. Solo se detiene cuando ve que Esteban no está imitando sus acciones.

— ¿No vas a bajar?

— ¿Un picnic? No creo que sea el día adecuado para hacer un picnic —, en eso no se equivoca. Están a mediados de Otoño, y si bien, el clima no está frío, está nublado, Esteban podría hasta predecir que va a llover.

Francisco bufa molesto y se cruza de brazos. — Esteban, no seas aburrido.

Esteban termina dándose por vencido y baja del auto para seguir a Francisco, quien da un salto de alegría. Esteban solo puede negar con la cabeza, luchando con la sonrisa que está por salir de sus labios.

Juntos caminan hasta un árbol que no esté ocupado y mientras Francisco ordena las cosas, Esteban se toma el tiempo para admirar el lugar. Todas las personas ahí visten de manera alegre, muchos se ven relajados, hasta algunos tocan la guitarras, mientras uno que otro niño corre por ahí. Esteban mira su atuendo y se siente un poco de lugar.

— ¿Pasa algo?

Esteban niega con la cabeza. — Nada, es que me siento un poco de lugar —, dice mientras muestra su ropa.

Francisco sonríe y se acerca hacia él. — Pero eso lo podemos arreglar —, Esteban se tensa un poco al ver como el ojiverde comienza a desatar el nudo de su corbata y luego los tres primeros botones de su camisa. Se siente aún más tenso cuando Francisco comienza a sacar su camisa dentro de sus pantalones. — Ahora el último toque —, las manos del menor desordenan su cabello.

Francisco lo admira con una sonrisa satisfecha y sin decir nada se sienta en la manta que antes había arreglado, haciéndole una seña para que se siente junto a él. Esteban obedece con inseguridad.

🫀

Esteban no sabe, pero termina recostado en la manta al lado de Francisco. Luego de la comida, ambos decidieron que aún quedaba tiempo para conversar antes de que Esteban tuviera que volver al trabajo.

Conversaron de casi todo. Obviamente lo primero que salió a flote fue la disculpa de Fran, seguido a una explicación que hijo que Esteban se arrepintiera de no haber golpeado a Lucas en la consulta. Fran se disculpa nuevamente cuando Esteban le cuenta que hizo su ex novio, pero este no las acepta, de hecho, le aclara que ni siquiera debería estar pidiendo disculpas por eso.

Esteban no recuerda la última vez que se sintió así de cómodo. Nunca se imaginó estar tirado en un parque, escuchando a un chico hablar sobre sus sueños y metas. Le gusta que con Francisco no siente la presión de decir algo.

— Mi mamá me contaba cuentos —, comenta cuando Francisco termina de contar una de sus anécdotas con sus estudiantes. — Cada noche antes de dormir, hasta que cumplí seis y mi papá decidió que yo ya estaba grande para esas tonterías.

— Que hijo de puta... —, Francisco tapa su boca de inmediato al darse cuenta que la volvió a cagar. Esteban solo puede soltar una pequeña risa.

Su mirada se desvía de Francisco al cielo. — Sí es un poco de hijo de puta... —, dice más para sí mismo que para Francisco.

Francisco quiere preguntar más, pero de la nada su cara empieza a mojarse y la de Esteban también. Los dos se miran paniqueados; había empezado a llover.

Como pudieron tomaron las cosas lo más rápido que pudieron y Francisco tomó la mano de Esteban para que ambos corrieran juntos hasta el auto.

— Yo sé que me vas a regañar, pero... —, apenas suben al auto Francisco siente la necesidad de disculparse.

— No pasa nada, Francisco. Igual lo pasé bien —, Esteban le sonríe. Por primera vez, Francisco siente que Esteban no le está sintiendo por compromiso. — Me gustaría llevarte a tu casa, pero en serio tengo que volver al trabajo.

— No te preocupes. Igual tengo que volver a la clínica, porque dejé mi auto estacionado ahí.

Los dos comparten una última mirada y Esteban enciende al auto para comenzar la ruta.

🫀

— Que vergüenza entrar así a la clínica —, comenta Esteban mientras intenta volver a meter su camisa a sus pantalones. Francisco suelta una risilla y estira su mano al techo del auto para tomar la corbata de Esteban que reposaba ahí.

— En serio lo siento mucho —, dice mientras le ayuda a colocarse la corbata. Esteban solo niega con la cabeza mientras le sonríe, Francisco le devuelve la sonrisa.

— Es medio torpe vestirse bajo la lluvia, ¿no? —, Esteban comenta mirando al cielo y Francisco aprovecha para admirarlo; Esteban se ve muy bien con el pelo un poco más ondulado. — ¿Tengo algo en la cara?

Francisco rápidamente baja su mirada a la corbata nuevamente y niega con la cabeza algo nervioso. — No, no, es solo que...

— ¿Esteban?

— ¿Fran?

Los dos voltean a ver al lugar donde provienen las vos y se sorprende al ver a Enzo, Felipe y Mia parados enfrente de ellos. Rápidamente se alejan y Esteban termina de arreglar su corbata lo mejor que puede.

— Hermano, ¿que está pasando? —, apenas la palabra "hermano" sale de la boca de Mia, una luz se enciende en la cabeza de los tres médicos. Ahora entienden porqué la chica les parecía familiar.

— Mia, ¿no deberías estar trabajando?

Mia niega con la cabeza. — Ya terminó mi turno —, responde. — Lucas no estaba mintiendo entonces. En serio te vio besándote con mi jefe.

— ¡¿Besándose?! —, Felipe y Enzo gritan al mismo tiempo. Esteban tapa su cara con sus manos estresado y avergonzado al mismo tiempo.

— Mia, ¿por qué no vamos a mi auto y te explico todo en mi apartamento? —, Fran está igual de avergonzado, pero decide actuar, sabiendo que Esteban ahora mismo no debe acordarse de mi como hablar.

— Y tú, señorito. Nos explicarás todo apenas toquemos tu oficina. —, Felipe se acerca a Esteban, quien no hace más que asentir resignado.

🫀

¡Cualquier comentario o crítica es bien aceptada! ❤️

Bueno ya escribí un poquito de Kuku feliz. Mañana volvemos a la programación donde sufre (broma).

🫶🏻

love me right | esteban x francisco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora