capítulo veintiséis: love story

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Claudia tenia cinco años cuando su mamá murió. Hasta el día de hoy no entiende muy bien lo qué pasó, solo sabe que de un día para otro su madre estaba muy enferma y tuvo que partir del mundo. Intentó buscar preguntas en su padre, pero este siempre estaba muy ocupado como para dar explicaciones. También intentó con su hermano, pero su hermano solo la evitaba, lo que le dolía aún más. ¿Por que su hermano ya no la quería?

Esteban es ocho años mayor que ella, pero aún así, ambos tenían una muy buena relación, bueno, hasta que su madre murió y Esteban decidió seguirle los pasos a su papá; ser un insensible. Esteban no hablaba de su mamá, se molestaba y frustraba cuando Claudia la mencionaba, al igual que su padre.

Claudia recuerda un día en específico post muerte de su madre; por alguna extraña razón, su papá había prohibido que ella encendiera cualquier televisión existente en la casa. También encerró a Esteban en un cuarto para conversar y cuando Esteban salió de ahí, tenía un ojo morado y sus ojos rojos, como si hubiera llorado. Claudia no se atrevió a preguntar qué pasaba y tampoco pueden culparla, ella era solo una niña de cinco años que toda su vida le había tenido a su padre y ahora también a su hermano. Estaba sola, ya no tenía a su madre para defenderla de los monstruos del hogar.

Esteban la cita en su oficina un lunes por la tarde, en su horario de colación y Claudia podría desmayarse de la intriga. No es costumbre que Esteban le hable, y mucho menos la cite a su oficina, de hecho, cree que sus únicas interacciones son cuando a su padre se le ocurre hacer cenas para jugar a la familia feliz.

Cuando entra a la oficina, Esteban no luce como siempre, se ve más pálido de lo normal, sus ojos lucen igual de cansados que siempre, pero esta vez tienen un brillo extraño. Esteban la invita a sentarse y su voz sale temblorosa, como si su hermano tuviera miedo.

— Esteban...

— Solo te voy a pedir que me dejes decir todo, sin interrumpirme y cuando termine, me digas todo lo que quieres decirme —, Esteban pide con los ojos cerrados, mostrando aún más el miedo que tiene. Claudia, quien ya está llena de preguntas, acepta.

Esteban comienza a hablar con lentitud y cuando el nombre de su madre sale de su boca, Claudia sabe que se vienen malas noticias. Mientras más Esteban habla, más lágrimas comienzan a salir de los ojos de Claudia. Por fin cada una de sus dudas están siendo aclaradas, pero no de la manera que ella pensaba. Parte de ella quiere seguir siendo la niña pequeña que pensaba que su mamá solo se había ido porque necesitaba descansar, no la mujer de veinticinco que sabe que la vida de su mamá fue arrebatada.

Esteban se levanta de su asiento y se arrodilla en frente de ella. Sus ojos están igual de rojos que los de ella, su voz está completamente rota y por un momento Claudia cree que su hermano se va a quedar sin aire.

— Solo te pido que algún día sepas perdonarme, que entiendas que todas mis decisiones fueron para protegerte —, Esteban ruega. — Que te amo desde la primera vez que mi mamá te puso en mis brazos y que por su legado, no debía permitir que mi papá te dañara a ti también.

Claudia, después de mucho tiempo, puede conocer al verdadero Esteban y le duele. Su hermano no solo había perdido a su madre, sino que también se había convertido en el esclavo de su padre, viviendo con un secreto que lo mataba día a día.

Claudia se siente terrible, toda su vida había odiado y despreciado a su hermano, mientras él solo daba lo mejor de si para que ella pudiera seguir con vida.

— Esteban... —, Claudia seca las lágrimas de su hermano con delicadeza. — No tengo nada que perdonarte, porque no hiciste nada malo. Dejaste de lado tu felicidad, por la de los demás. Eres mi puto héroe.

love me right | esteban x francisco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora